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"..Entraron amablemente, me dieron un empujón, de hocico fui a dar al suelo, mi diente de leche se me soltó .." Carlos Justiniano
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Los profesores, al igual que millones de trabajadores, suscribieron un contrato de trabajo al momento de comenzar a desempeñar sus funciones, contrato en el que, al menos, se especificaron claramente las remuneraciones que se iban a recibir mes a mes. De esas remuneraciones los empleadores descuentan el aporte previsional para AFP y salud que en promedio llega al 20% del total de las mismas.
Ponga atención a esto. No se trata de dineros que pone la empresa, son dineros que se descuentan al trabajador de la remuneración pactada, por lo tanto al no ingresar dichos dineros a las instituciones correspondientes, los empleadores están haciendo una retención indebida, se están quedando con la plata. De manera clara y sin lugar a equívocos, la están robando.
¿Por qué no actúa la justicia si estamos ante un delito?¿No se puede agarrar de las mechas al que se birló los dineros y meterlo preso hasta que pague?.
Bueno, entre otras cosas, no siempre los trabajadores se dan cuenta de inmediato de esta acción delictiva y la razón es simple. La ley, la maldita ley de las AFP, permite que el empleador declare y no pague los dineros que descuenta mensualmente. Y como los trabajadores no tienen la sana costumbre de estar observando el estado de sus dineros, cuando se dan cuenta de este ilícito han pasado meses y hasta años. Sin embargo, sigue sin explicación que no exista en la ley algo que obligue a la AFP a preguntar formalmente al patrón porque tanta demora en los pagos, cuando han pasado meses y meses. Se da el caso que les pagamos comisiones por administrar nuestros dineros y ni se dan por enterados que estos dineros no están llegando a nuestras cuentas.
La declaración y no pago, mas parece una facultad al patrón para quedarse impunemente con nuestros dineros previsionales y de salud.
2.- Para que quede claro. Debemos estar siempre vigilantes de nuestros dineros, pues los patrones buscaran robarnos si se les presenta la ocasión. Una forma simple de esta vigilancia es mantener al día y muy ordenaditas las liquidaciones mensuales de remuneraciones e ir al menos una vez al año a la AFP y pedir el saldo de las cotizaciones.
Si estas no han sido pagadas usted puede cobrarlas judicialmente.
Para ello, debe concurrir a los Juzgados de Cobranza Laboral y Previsional y demandar el cobro de sus imposiciones. Si no hay Juzgados de Cobranza en su ciudad, concurra a los juzgados del trabajo y si tampoco hay, vaya a un juzgado de competencia común y demande. Para presentar la demanda se debe llevar al menos las liquidaciones de remuneraciones pagadas donde conste que le descontaban los dineros de la previsión, además de un certificado de la AFP donde conste el no pago de las mismas.
3.- Aunque la ley establece que dicha demanda puede ser presentada sin patrocinio de abogado, pida siempre apoyo a su Sindicato o a organizaciones como nuestra CGT, que siempre estarán dispuestas a asesorarlo para que no le roben su dinero.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE