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"... A la huelga 100, a la 1000, yo por ellos madre y
ellos por mi..."
Cancion de la guerra civil española
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1.- La mujer es discriminada
permanentemente en su trabajo y también en la vida diaria. No recibe la misma
remuneración por trabajo igual, ni dispone de iguales garantías para
promociones y ascensos.
Peor aún, debe salir de su trabajo remunerado y retornar a
su hogar a trabajar sin límite de tiempo, sin sueldo, no siempre con el
reconocimiento y la ayuda de su pareja.
Los derecho plenos de la mujer deben ser reconocidos y
aplicados de una buena vez y en todos los planos. Más que leyes - que claramente son necesarias
- se requiere de un profundo cambio de conducta de los hombres, el destierro
definitivo del machismo, para hacer realidad el discurso de que hombres y
mujeres debemos disponer de los mismos deberes y derechos, para trabajar uno al
lado del otro en la construcción de la nueva sociedad que postulamos.
2.- La sala cuna ha sido una
reivindicación histórica y viene desde el mismo momento en que la mujer entró
al trabajo productivo y/o de servicios. En nuestro país, y pese a que todos
hacen gargaras con esto del respeto a la mujer, la legislación (artículo 203 del
C. del T.) establece que este derecho solo puede ser disfrutado por las
trabajadoras, cuando en una empresa trabajan más de 20 mujeres.
Si consideramos que más del 80 % de las empresas tienen
entre 1 y 9 trabajadores, queda claro que el derecho a la sala cuna no es para
todas la mujeres que son madres.
Muchas discusiones se han dado por años para que esté derecho sea entregado a todas las
trabajadoras, sin más condición que estar trabajando al momento de postular al
mismo (incluso esto debe ser materia de discusión) además de que se entregue la
inamovilidad hasta que el hijo cumpla 2 años.
De no poder hacer uso del beneficio en las salas cunas
respectivas, la trabajadora recibirá mensualmente el total del beneficio
económico para utilizarlo en pagar a quien le cuide al hijo en su hogar.
3.- Para la realización efectiva y
total de sus derechos, ya sea por la vía de la legislación o de la negociación
colectiva, los trabajadores deberán estar organizados pues de lo contrario los
justos derechos seguirán siendo solo sueños.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de
Trabajadoras y Trabajadores
Secretario CGT CHILE