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"... La miseria de ahora, el hambre de nada, vayan
donde vayan los pobres no tienen patria.."
Los muertos de Cristo
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1.- Durante Marzo presentamos una
serie de propuestas destinadas a paliar de alguna manera la crisis que se venía
encima para millones de trabajadores.
En
concreto, sostuvimos que el seguro de cesantía, para el
caso de los trabajadores que fueran despedidos, debía cubrir el 100% de
la remuneración mensual del trabajador y que esos fondos debían ser
repuestos por
el Estado, una vez terminada la emergencia sanitaria.
Una vez que se hizo efectiva la ley COVID, lo que deja al
trabajador sin sueldo y obligado a utilizar sus fondos del seguro de cesantia,
planteamos el pago de la remuneración mensual del trabajador desde sus fondos
de la AFP.
Terminada la crisis dichos fondos deben ser repuestos por el
empleador.
Finalmente nos pronunciamos a favor de una suspensión de los
procesos de negociación colectiva en curso, demandando la aplicabilidad de lo
planteado por el artículo 348 inciso segundo del C. Del T., que implica la
ampliación del plazo de negociación, en este caso hasta el término de la
pandemia, lo que prórrogaria los fueros
de la negociación.
Creemos que este tiempo de crisis es ideal para respuestas
negativas de la patronal en la negociación colectiva y puede llevar a perder
beneficios que han costado años de lucha.
2.- El 14 de abril de este año el gobierno presentó un
proyecto de ley con 2 cuestiones principales.
La primera, en el plano de la negociación colectiva,
implicaba la suspensión de la presentación de proyectos así como de los
procesos en curso, desde el 18 de marzo y hasta el término de la pandemia,
salvo que las partes decidan culminar el proceso.
La segunda proponía correr hasta el término de la pandemia,
la vigencia de los directorios sindicales que vencen en este tiempo de crisis.
Sin embargo, el 5 de Mayo el gobierno retiro el proyecto por
"falta de consenso" dejando solo en trámite lo que corresponde a la
continuidad de las directivas sindicales.
La negociación colectiva ya es un mal instrumento y no sirve
para que los trabajadores mejoren sustancialmente sus condiciones con la
patronal. Obviamente que en tiempos de crisis los patrones apuntaran a bajar
costos con los trabajadores y la huelga, que ya es complicada en tiempos
normales, podría ser ineficaz como instrumento de presión.
La excepcion a esto puede ser la militancia mayoritaria de
los trabajadores de la empresa en el sindicato y la convicción de que solo la
lucha posibilitará avances.
3.- Está claro, solo podemos mejorar nuestras condiciones
económicas y sociales si estamos organizados en sindicatos y hacemos uso de la
negociación colectiva con inteligencia y disposición a luchar por lo nuestro.
En cuanto a las demás propuestas, hay que persistir en
ellas, se vendrán nuevas crisis de todos los tipos y el capital persistira en
que nosotros las paguemos.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de
Trabajadoras y Trabajadores
Secretario CGT CHILE