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Todos deben escribir a Claudiopromasa702@gmail.com
Es el sindicato Promasa, en huelga desde el 23 de abril en Los Angeles.
La solidaridad es vital.
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1.- Para el análisis siguiente hay que hacer
abstracción de los montos involucrados, pero es un tema que no podemos
soslayar.
Los futbolistas profesionales de Colo Colo estuvieron de acuerdo con la
rebaja de sus sueldos durante la pandemia, pero solicitaron el pago total de lo
adeudado una vez retomada la normalidad.
Algo similar pactaron otros futbolistas con sus empleadores.
La empresa colo colo no aceptó la petición de sus jugadores y se acogió
a la ley de suspensión del empleo. Más allá de que distintos comentaristas y ex
deportistas han demonizado a los jugadores del colo, apelando al amor a la
camiseta y a la situación que vive el país, lo que estos trabajadores del
fútbol han exigido a su patrón es plenamente justo, tan justo como que el
varios clubes se llegó a este acuerdo.
Ojalá en algún momento de su lucha todos los trabajadores lleguen a
tener la capacidad de exigir la restitución de lo que se les está dejando de
pagar.
Los patrones no pueden seguir quedándose con todo lo que genera el
trabajo de otros y pretender que los trabajadores se hagan cargo de pérdidas
que no son de su responsabilidad.
2.- No
se requería de mucho conocimiento
científico para intuir que si se propagaba lenta pero permanente el
corona virus, lo mejor era una cuarentena total, al menos en la región donde
radica más del 80% de los infectados.
La terquedad y a estás alturas tambien la torpeza del gobierno, llevó a
una permanente rotación de comunas que
entraban y salían de cuarentena, dándose algunos casos en qué una avenida
determinaba donde habia y dónde no había cuarentena dentro de una misma comuna.
Durante 2 meses, cientos de miles de trabajadores han ido perdiendo sus
empleos o han quedado suspendidos del mismo, al tiempo que aumentan sin freno la
cantidad de personas que salen a las calles a vender cualquier cosa que les
pueda generar algunas monedas para alimentar a la familia.
Es probable que el costo que se
está pagando hubiese sido menor, si se
hubiese escuchado a quienes demandaban cuarentena inmediata en toda la
region cuando se hizo constante el aumento de contagiados. En vez de eso, se
apostó a instalar la idea de que la crisis estaba amainando, que el virus
estaba controlado y que solo había que cuidarse, lo que permitiría incluso tomar
café y comer empanadas, guardando la distancia social.
Casi 8 millones de personas entrarán en cuarentena el los próximos días.
Más carencias, más dolores, más perdida de derechos y en el intertanto siguen
tratando de instalar leyes, cuidándole los bolsillos al gran capital.
Llenan las calles con pacos y milicos y aún así son incapaces de
asegurar el cumplimiento de la cuarentena.
3.- Es claro, tenemos que cuidarnos junto a la
familia, pero además debemos seguir insistiendo en la construcción de organización.
Solo así podremos sobrevivir como clase.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de
Trabajadoras y Trabajadores
Secretario
CGT CHILE