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"Madre déjame luchar, madre como te adoro, porque quiero a mi
pueblo y tú me enseñaste a luchar por el...". Ali Primera
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1.- La jornada de trabajo debería llegar a las
40 horas semanales para distribuirse en no menos de 5 ni más de 6 días por
semana.
Eso sí en algún momento se transforma en ley un proyecto que se discute
actualmente en el parlamento.
No obstante y pese a las reiteradas solicitudes desde el sindicalismo
clasista, no se ha respondido a una demanda fundamental y es que dicha jornada
sea continúa y de no más de 5 días por semana, lo que implica una jornada de 8
horas diarias.
En la misma línea de lo anterior, hemos expuesto que no sirve de mucho
una jornada menor si al mismo tiempo no se mejora el monto del ingreso mínimo
mensual, monto recibido por más de 500. 000 trabajadores.
Si bien es cierto, al cumplirse la hipotética jornada de 40 horas en 6
dias se llegaría a una jornada de 6,6
horas diarias, de no mejorar el ingreso mínimo el efecto seguro es que muchos
trabajadores tendrán 2 o incluso más de 2 empleos para poder cubrir sus gastos
mensuales.
Tampoco es menor la preocupación que hemos expuesto por qué la jornada
sea continúa, ya que si se mantienen las normas de flexibilidad horaria los
trabajadores podrían estar cumpliendo turnos que les tengan fuera de su hogar
por más de 12 horas diarias.
En conclusión, no basta rebajar la cantidad semanal de horas de trabajo.
Debe seguir demandándose que la misma sea de 8 horas diarias continuas por 5
días, al mismo tiempo que se aumenta el valor mensual del ingreso minimo.
2.- Por eso resulta particularmente peligrosa la
regularización del trabajo en el hogar, llamado teletrabajo, modalidad que ya
está establecida desde 2017 en el código del trabajo.
En este caso se dice que tal mecanismo permitirá cumplir funciones desde
el hogar, y se le presenta como un instrumento que permitirá a los trabajadores
un vinculo más cercano con la familia.
Lamentablemente no es verdad tanta belleza. El teletrabajo es una nueva
forma de abuso ya que aunque se dice que será de 8 horas diarias, de no establecerse en el contrato que habrá
control o supervisión de la empresa
puede llegar a 12 horas.
Ya se habla de efectos negativos en el sistema nervioso, exigencias que
van más allá de lo pactado e incluso carencias de medios para cumplir las
tareas e incluso la exigencia de que estos medios sean pagados por los
trabajadores.
3.- Los trabajadores corren un riesgo cierto de
seguir perdiendo beneficios en la medida en qué se mantengan las actuales
condiciones.
Los patrones están recibiendo subsidios y apoyos para mantener a flote
sus empresas, sin que esto implique en absoluto la mantención de las
remuneraciones ni las condiciones contractuales.
Uno de los efectos probables a futuro, es que se intente instalar en la
legislación la rebaja de la jornada con perdida de remuneración.
Debemos estar muy alertas. O nos organizamos o nos destruyen.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de
Trabajadoras y Trabajadores
Secretario CGT CHILE