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"..Voy a hablarte querido compañero de la patria que a
de forjarse abajo, con los que hacen andar las herramientas y no tienen más
riqueza que sus manos.."
Gabino
Palomares
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1.- Cada vez que se pone en
discusión algún derecho de los trabajadores, lo primero que hacen los llamados
a legislar sobre el particular es tratar de disminuirlo o minimizarlo, valiéndose
de la cancióncita de que se debe legislar buscando el acuerdo de las partes.
Para colmo de males algunas organizaciones de los
trabajadores, en vez de declarar la justeza de la demanda y luchar por que se
legisle de manera que el beneficio sea para todos, entran en el camino de
buscar acuerdos y ajustes ajustes que terminan desnaturalizando la demanda
expuesta.
Esto del acuerdo de las partes, es una falacia que no se
puede seguir pregonando. En una sociedad
de clases no hay acuerdos de partes, pues la clase que abusa utilizará todo lo
que tiene a la mano para no entregar lo que de justicia corresponde a la clase
que lo demanda.
Es lo que sucede desde hace mucho tiempo con la exigencia de
sala cuna para todas las trabajadoras, más allá de cuántas mujeres pueda haber
en cada empresa.
La legislación vigente sostiene que solo pueden acceder a
este derecho quienes trabajen en empresas con 20 o más mujeres (artículo 203
del código del trabajo), y desde el sindicalismo clasista sostenemos que el
derecho debe ser para toda mujer trabajadora, no importando la antigüedad que
pueda tener en su trabajo.
Si es madre y trabaja tiene derecho al beneficio de la sala
cuna.
Los trabajadores y trabajadoras deben tener claro que no
conseguirán respuestas a sus demandas
históricas por la vía de la legislación, en una sociedad capitalista. De allí
la importancia que tiene para los todos y todas la organización sindical.
El derecho a sala cuna debe ser un beneficio a ganar en los
proyectos de contrato colectivo que levantan los sindicatos.
Así será hasta el momento en que se logre contar con
condiciones que permitan modificar definitivamente el código laboral.
2.- Uno de los principales problemas a los que nos veremos
enfrentados una vez que culminen las cuarentenas, serán las aglomeraciones en
el Metro y los servicios de transporte público, dado que el hacinamiento que
hemos vivido por decenios volverá con toda su fuerza cuando comienzen a operar
la mayoría de las empresas.
Por ello es fundamental que los sindicatos promuevan
acuerdos e instalen en los futuros contratos colectivos la obligación de las
empresas de disponer movilización para el traslado de los trabajadores, desde
lugares cercanos a sus hogares hasta la empresa y viceversa.
La organización en sindicatos y la negociación colectiva
serán fundamentales en la nueva normalidad
que se avecina.
Los patrones no te darán, lo que mereces debe ser luchado.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de
Trabajadoras y Trabajadores
Secretario CGT CHILE