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".. Una paloma me dijo que volando sobre España, salir oyó esta canción del pecho de una guitarra.."
canta Marta Contreras
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1.- El diario las últimas noticias del 14 de octubre incluyó en su portada, junto a una foto alusiva, la siguiente frase del señor J.C. Retamal, padre del carabinero muerto por un imbécil que participaba en carreras clandestinas. Dice el señor Retamal que "hay valores que se han trastocado y le hacen daño a la sociedad" y no podemos menos que encontrarle la razón.
Como organización de trabajadores damos el pésame a él, su familia y la comunidad de Melipilla por tan terrible pérdida, pues si la muerte es dolorosa lo es aún más la de un hijo, pues la vida nos deja entender que son los hijos quienes deben despedir a los padres.
Lo sucedido al hijo del señor Retamal se enmarca en el accionar de algunos sectores de la sociedad, que han hecho de lo fácil el camino para conseguirlo todo, más allá de si aquello implica dolores y pérdidas a otros.
Y no hablamos solo de ciudadanos marginados y del lumpen sino también, y esto quizás sea lo más peligroso, de quienes amparados en el poder del dinero o la protección de determinados sectores de la sociedad, trabajan para evitar que la dignidad y los derechos se transformen en algo que deje de ser exclusivo y cubra a todos los ciudadanos.
Murió el hijo del señor Retamal y las cámaras, los micrófonos y todo el aparato del sistema se ha dispuesto para mostrar el hecho y buscar respuestas con infinitas elucubraciones, no siempre felices o adecuadas. Pero en los mismos días han muerto 3 trabajadores en una fábrica de aji en Talca y ni siquiera tenemos sus nombres para rendirles tributo. Mucho menos la noticia fue portada y no hay intervenciones de los llamados a hacerlas, ni medios de comunicación demandando que se respeten algunas vez las normas de seguridad en los trabajos y se cumplan a cabalidad las leyes laborales. ¿Es que algunas vidas valen más que otras, unas importan las otras no?
Ambas muertes son dolorosas, innecesarias, pero en un caso hay pensiones, seguros ascensos póstumos, autoridades llorosas y emocionadas. En el otro caso se trata solo de números, como lo fueron antes aquellos temporeros que murieron en la ruta de la fruta hace 1 año, y los trabajadores que regularmente mueren en accidentes de trabajo.
Efectivamente, se han trastocado los valores y eso le hace daño a la sociedad. Ya es hora de terminar con esto de destacar sólo aquello que interesa a los dueños de los medios.
2.- El dolor del señor Retamal debemos respetarlo, pero nadie nos niega el derecho de preguntar al general director de carabineros si junto con condenar este crimen absurdo, piensa referirse en algún momento a las desaparición de Jose Huenante el 3 de septiembre de 2005 después de ser detenido por carabineros, que nos diga si le parece justo lo sucedido a Fabiola Campillay, si exigirá las penas que corresponden para los carabineros que dejaron agónico a Mario Acuña el 23 de octubre de 2019 (van a ser 3 años ya, general director). El señor Yañez sabe que hay muchos casos más, pero invariablemente guarda silencio. ¿Solo sus efectivos tienen derecho a vivir sin temores?
¿Todos los hombres y mujeres a su cargo respetan los derechos de quienes detienen y no hay maltrato que deje secuelas y resentimientos?
Es hora de que se ponga el cascabel al gato. Detener, enjuiciar y condenar sin subterfugios a quienes toman la vida de personas en sus manos o las dañan gravemente, sean civiles o uniformados. Todos sabemos desde cuándo se produce esa pérdida de valores, todos vemos a cada instante como se desprecia la vida humana.
Y es eso lo que debe terminar, de lo contrario seguirán trastocados los valores y la sociedad seguirá siendo dañada.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la victoria