PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE
05 septiembre 2023
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"..Dale tu mano al indio dale que te hará bien te mojará el sudor santo de la lucha y el deber.."
canta Soledad Bravo
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1.- Siempre es enriquecedor participar en asambleas. Es el momento en que se puede entregar el sentir de la organización nacional pero también, y por sobre todo, auscultar el ánimo y la disposición de los trabajadores.
Particular atención hay que poner a esas reuniones de trabajo previas a la presentación del proyecto colectivo, pues hay muchas dudas e inquietudes que se deben ir aclarando.
Tuve la suerte la semana pasada de participar en 3 reuniones de este tipo. En todas partimos explicando que la legislación solo entrega pautas de cómo debe ser la negociación colectiva en tiempo y forma, pero omite una serie de cuestiones que son importantes para quienes se van a embarcar en este camino.
Nosotros sostenemos ante los trabajadores, que lo fundamental para que el proceso sea exitoso será contar con los recursos humanos y económicos que permitan confrontar la prepotencia y la negativa patronal a las peticiones de los trabajadores.
En un sistema como el que vivimos, nadie, ni siquiera los propios trabajadores organizados, podrán afrontar un conflicto como la huelga si es que no disponen de recursos. Por eso la desesperanza, el agobio y la aceptación de lo que venga. ¿Para qué intentar luchar si vamos a terminar perdiendo? ¿Como hacerlo si las remuneraciones son bajas y hay poco espíritu de solidaridad entre los trabajadores como para mejorarlas?¿Qué hacer con aquellos que, por diferentes motivos son parte del proceso pero no participan?.
Estas y muchas otras dudas deben ser respondidas, antes de involucrarse en el proceso de negociación.
2.- Respecto de los recursos humanos es claro que se trata de los trabajadores involucrados. Mientras más trabajadores de la empresa están sindicalizados más factible es demandar mejoras en distintos aspectos del vivir laboral. Debemos buscar mecanismos que promuevan la participación, pero también generar instancias que la hagan obligatoria, si se da el caso, para quienes buscan obtener beneficios sin mover un dedo.
Si los trabajadores resuelven no participar por una opción personal, que no lleguen a disfrutar de los beneficios en las mismas condiciones que todos, salvo por la vía de la extensión y pagando la cuota sindical.
Si llegamos a una huelga, no nos irá bien sin recursos financieros para afrontarla. Hay que entender de una buena vez que si no generamos un fondo para afrontar los días de paro, hacer efectiva la huelga seguirá siendo complejo y los resultados posteriores traerán incertidumbre, menos participación y pérdida de fuerza de la organización, que es lo que actualmente sucede en la mayoría de las organizaciones que van a la huelga.
¿Pero cómo reunir dinero sin que estos recursos se pongan en riesgo por alguna mala gestión? ¿De qué manera asegurar que la plata se usará en la huelga o como retornará a sus dueños si esta no se produce?
Si no resolvemos ambas cuestiones - lo humano y financiero - seguiremos expuestos a tener que buscar soluciones mínimas, que en ningún caso resolverán el problema de fondo y, nos guste o no, seguiremos al debe en este desafío de dotar a los trabajadores de instrumentos con los que enfrentar la negativa patronal a mejorar sus condiciones económicas y sociales.
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MANUEL AHUMADA LILLO PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria