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"..Era callejero por derecho propio, su filosofía de la libertad , fue ganar la suya sin atar a otros.."
canta Alberto Cortez
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1.- ¿Puede un dirigente sindical renunciar a los días de ser electo? La pregunta que llega a nuestros correos nos motivó a dar una respuesta y hacernos una nueva pregunta que compartimos con todos.
Ciertamente cualquiera que resultó electo puede renunciar, aunque nos faltó saber si la renuncia es solo al cargo que le correspondió asumir o en su defecto si renuncia a la condición de dirigente, con lo que libera un cupo que deberá ser llenado por el sindicato según lo que digan sus estatutos. La primera es una posibilidad pues cualquiera puede sentir que la responsabilidad que le tocó asumir es muy grande y prefiere una responsabilidad menor - aunque creemos que todas las responsabilidades en una directiva sindical son importantes -
La segunda alternativa es una incongruencia que habla muy mal de aquel que prometió hacer algo y luego se arrancó como las ratas de un barco que se hunde.
La pregunta que nos quedó atragantada y es mejor poner en la discusión es ¿para que se postula alguien al directorio sindical y luego renuncia? Como vimos antes podrían haber razones de peso, por lo que no se puede juzgar sin todos los antecedentes. Sin embargo cuesta entender una actitud que lo único que hace es debilitar a la organización, pues sembrará la duda y la desconfianza en los trabajadores respecto de aquellos que, por verse más resueltos y decididos, pasan a ser vistos por la asamblea como futuros líderes. No obstante, pone en evidencia que no siempre todo lo que brilla es oro, pues hablamos de alguien que fue capaz de ganarse la confianza de sus compañeros de trabajo y obtener votos para llegar a una responsabilidad que no es menor y les falló.
Si el renunciado no se paró ante la asamblea y entregó información suficiente que explique su deserción, podrán sentir los afectados que se salvaron de una buena, pues nada indica que este individuo pudiera a futuro traicionar la confianza de sus compañeros de trabajo.
2.- Y mientras buscábamos la forma de explicar este caso, nos llega uno nuevo que se hace necesario exponer para conocimiento de todos. En un hotel de Santiago que a duras penas reactiva su organización, se produce el llamado a elecciones y se presentan dos candidatos. El actual presidente y un ex dirigente sindical. El resultado da 2 votos para el dirigente vigente y 17 votos para el otro postulante.
Ante tal situación el dirigente monta en cólera, insulta a sus compañeros de trabajo por no haber votado por él y en plena asamblea renuncia al sindicato. No es algo que podamos aplaudir. La elección es reflejo del sentir de quienes votaron y por alguna razón el dirigente que estaba vigente no concitó la adhesión de sus compañeros.
El enojo no puede ser criticado, es una sensación de la persona y bien pudo sentirse abandonado por sus pares e incluso traicionado por estos. Pero, ¿renunciar al sindicato luego de insultar a sus compañeros ?, esa es una decisión que no se puede aceptar.
Ojalá el compañero pueda analizar los hechos con la cabeza fría. Si quiere la organización debería revertir su decisión y trabajar duro para recuperar la confianza de sus compañeros de trabajo. Hablando con todos se enterará porque no votaron por él.
Así corregirá defectos y podrá volver a postular a futuro. De lo contrario, y si perseguía intereses ajenos a la organización, lo mejor es que haya dado un paso al costado.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE