1.- Desde siempre hemos
dicho a nuestros compañeros que la formula capital - trabajo marca claramente
el lugar que las clases juegan en este proceso de abuso y explotación de la
fuerza de trabajo.
Podrá
ser más sutil y casi no percibida la explotación en algunas relaciones
contractuales, pero mientras no se termine con la apropiación por parte del
capitalista de la ganancia generada por los trabajadores en los distintos
procesos de producción y servicios, habrá abuso de una clase sobre otra y la
clase abusada debe tomar los resguardos para no perderlo todo, cuando el
capitalista se vea en riesgo y opte por lo más sencillo que es terminar con la
fuente de trabajo.
Y
es que, seamos claros, siempre los costos son y serán de cargo de los
trabajadores. Nosotros debemos pagarnos la AFP, el seguro de cesantía y hasta
nos sacan de la indemnización el aporte que el patrón hace a dicho seguro.
Además que debemos vivir alertas por si los patrones deciden irse a la quiebra
o utilizar la causal de "caso fortuito o fuerza mayor", para intentar
evadir el pago de indemnizaciones.
Por
lo mismo mientras dura la pandemia y también después, habida cuenta de que
contamos con pocas herramientas, hemos habilitado el wasap + 56 984495318 para
que consulten rápidamente sobre cualquier problema que les afecte.
Nuestros
dirigentes y abogados, incluida la Defensoría de las y los Trabajadores estarán
a su disposición para apoyarles en aquello que sea necesario.
Esto
que está viviendo nuestro pueblo, es la muestra más clara de que debemos
disponer de nuestros propios instrumentos para darle la pelea al abusador.
Cada
lector de este humilde educador y ayuda memorias, debe difundir la información
y promover la formación de organización.
Solo
así frenamos y combatimos el abuso.
Si
no construimos sindicatos clasistas, independientes y autónomos seremos presas
fácil del capital.
2.- Corre muy fuerte la
información de que Piñera se prepara para indultar asesinos recluidos en Punta
Peuco.
Será
el pago de la clase pudiente a quienes hicieron el trabajo sucio, tal y como
quedó libre de polvo y paja Silva Renard y los demás uniformados que han asesinado
obreros desde Santa María de Iquique, los que asesinaron en Ranquil, Jose María
Caro y Pampa Irigoin.
Ellos,
los poderosos, se están sirviendo muy bien del corona virus para intentar
imponer su nuevo orden.
Ayer
han difundido la aberrante conclusión de un sumario de los pacos, según el cual
es imposible determinar quien disparó los proyectiles que quitaron la vista
para siempre a Gustavo Gatica, e incluso han llegado al descaro de insinuar que
podrían ser los propios manifestantes quienes hirieron a Gustavo.
Pronto
podrían decir que algún conocido o familiar arrojó a Fabiola Campillay la
lacrimógena que la dejó ciega, que los que acusan violaciones se han
autoviolado, y los heridos y flagelados lo fueron por mano de sus compañeros y
compañeras.
Para
esparcir sus infamias cuentan con el servilismo de medios de comunicación, muy
bien compensados con avisajes y otras prebendas provenientes del Estado y los
empresarios.
Lo
que no parecen tener en cuenta, es que algo cambio desde el 18 de octubre del
año pasado.
Un
pueblo aún temeroso y desconfiado va reconociendo lentamente quienes son
quienes en este juego de roles.
Nosotros
tenemos claro que la clase popular, la clase trabajadora, saldrá fortalecida
tras las duras pruebas que afronta.
Y
aunque parezca aún una utopía, la victoria será nuestra.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central
Clasista de Trabajadoras y Trabajadoras
Secretario C.G.T.
CHILE