1.- Los dueños de bombas de bencina están
solicitando se les autorice aplicar la ley maldita - suspensión del empleo
suspensión del sueldo - pese a que son parte de aquellas labores consideradas
como prioritarias.
De
lo contrario, dicen, recurrirán a poner máquinas de autoservicio en la mayoría
de las estaciones de bencina.
A
su vez y a pesar de que la mayoría de los equipos de fútbol ha entregado pautas
a sus trabajadores para que cumplan jornadas de entrenamiento en sus casas -
jornadas que son seguidas tecnológicamente - se comienza a hablar de
potenciales rebajas de los sueldos, lo que ya ha comenzado a aplicarse en
algunos clubes.
La
actitud de ambas patronales es algo común en este Chile actual. El chantaje, la
presión por aceptar lo que el patrón quiere imponer ya que de lo contrario el
riesgo de despido aumenta.
Han
de tener claro los trabajadores de bombas de bencina - y también otros sectores
productivos - que prontamente se impondrá la robotización y el uso de máquinas
en reemplazo de la fuerza de trabajo humana.
2.- Esto, que es algo natural propio del avance de
la tecnología, no debería implicar cesantía. Por el contrario, lo que debe
avanzar en la conciencia humana es que se deberá llegar a jornadas de 4 horas
diarias o menos, manteniéndose las remuneraciones y absorbiendo la fuerza de
trabajo cesante.
Lo
único que va a pasar con lo anterior es que las ganancias de los capitalistas
disminuirán a la mitad, esto hasta que la propiedad de las empresas quedé en
manos de los propios trabajadores.
En
lo que respecta a los trabajadores del fútbol, es claro que no tienen por qué
recibir descuentos en sus remuneraciones si están cumpliendo con las
indicaciones del empleador. En está área
el problema es otro y está vinculado a las enormes diferencias de sueldo entre
algunos "astros" del fútbol y el futbolista común, que recibe algo
más que el ingreso mínimo y tiene las mismas necesidades y carencias que un
trabajador promedio.
Queda
esperar que está pandemia minimice cuando no ponga fin a las élites de deportistas,
lo que al final será resorte de los mismos patrones, quienes solo deberán
evitar ofrecer decena de millones a un tipo bueno para la pelota y distribuir
entre todos los vinculados al fútbol (jugadores y no jugadores) las millonarias
ganancias que obtienen.
3.- Junto con invitar a
los trabajadores de bombas de bencina a qué profundicen y extiendan su
organización en todo el país (a modo de ejemplo, ¿cuántos de ellos saben que
tienen derecho a los feriados irrenunciables?), saludar al SIFUP que, pese a
las dificultades propias de su sector, exige respeto de los contratos y rechaza
las rebajas de sueldo, al mismo tiempo que llamamos a todos los futbolistas a
cerrar filas junto a su organización sindical
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central
Clasista de Trabajadoras y Trabajadores
Secretario C.G.T.
CHILE