1.-
¿Por qué tenemos que pagar está crisis?
Es
la pregunta que se hacen millones de trabajadores y lamentablemente la mayoría
de las organizaciones que los representamos aún no logramos dar una respuesta unitaria.
Y
como las acciones valen más que las palabras, es probable que tal unidad no se
produzca y algunos mantengan el silencio respecto del fondo del problema.
La
razón de ese silencio posiblemente sea la vergüenza.
Y
es que aquellos que se jactaban de ser los más representativos y/o que tenían
contactos directos con los gobiernos de turno, fueron validando reformas a la
legislación que hicieron de muchas organizaciones sindicales simples
validadoras de acuerdos espureos.
Los
pocos que las rechazamos o nos opusimos
a esa maquinación asquerosa, no pudimos o no supimos crear un referente lo suficientemente
amplio como para dar la pelea a ese dañino entreguismo.
Unos
y otros somos responsables del estado en el que se encuentra la organización
sindical, y aunque los que nos quedamos junto a la clase expiamos culpas día a
día trabajando con ahínco, aún no logramos un solo referente para confrontar al
abusador.
2.-
Las reformas que se hicieron desde el mal llamado retorno a la democracia no
buscaban fortalecer a la organización sindical, sino que tenían por objetivo
minimizar su rol hasta hacerlo insignificante.
Hoy
tenemos que pagar la crisis por qué el sindicato se ha limitado a una acción
mutualista, que no sale de los muros de la empresa y que prácticamente se
activa solo para la negociación colectiva, aunque no para dignificar a sus
representados y recuperar derechos, sino que solo apenas para mantener o
mejorar algunos bonos.
Los
sindicalistas militantes que se olvidaron de la clase para servir al partido,
son los principales responsables de está atomización que nos consume.
3.-
La principal preocupación de la hora presente es esforzarse por imprimir miles
de volantes llamando a la organización.
Pedir
a cada uno de los cibernautas que se declara antisistema que vaya a las filas
que se hacen para cobrar el seguro de cesantia y a voz en cuello invite a
generar organización.
Ciertamente
todas las acciones son válidas pero, en nuestra modesta opinión, lo que
necesitan los trabajadores es despertar de la hipnosis neoliberal y confrontar
al capital, único responsable de sus carencias.
Que
la crisis la paguen los ricos.
A
organizarse para evitar abusos.
MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE CENTRAL
CLASISTA DE TRABAJADORES
SECRETARIO C.G.T.
CHILE