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"..Cuando yo sea grande, la cantinela aquella siempre repitiendo, cuando yo sea grande.."
del folklore
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Pero como parece ser que para algunos, mientras más elecciones se hagan y se vaya renovando a los que dirigen mayor democracia se genera, se vivió un proceso que en su primer día significó la realización de 8 elecciones sin que ninguno de los candidatos se acercara a la cifra mínima del 50% +1 que implica obtener 78 votos.
Y se dieron todo tipo de nombres, incluyendo a una convencional que parece no haber aclarado todos sus problemas durante una gestión anterior como alcaldesa, y otra vez los medios y quienes repican por las redes hicieron todo tipo de elucubraciones, sacaron cuentas de las posiciones políticas de cada grupo, primero casi cerca de ganar el Frente Amplio con los socialistas, luego la coordinadora Plurinacional, aparecieron los independientes no neutrales, etcétera, en cada pasada se caía uno y se levantaba otro.
Y así llegaron hasta iniciada la madrugada del día siguiente, momento en que se suspendió la sesión.
2.- Lo que allí se vivió es parte de un proceso que hace distinto a otros, el accionar de la Convención Constitucional. Proceso que lleva a cuestiones impensadas como la participación de un ex almirante golpista, electo miembro de la Convención, que fue integrante de una comisión de derechos humanos dentro de ésta, o el caso de Rojas Vade que al final implicó la desarticulación de la Lista del Pueblo, un colectivo que se veía como la nueva estructuración de la izquierda, que dejaba atrás vicios del pasado y que sin embargo también aprovechó, en el poco tiempo de existencia, de mantener malas costumbres de la "clase política".
El asunto es que en el segundo día de elecciones, aparece un nuevo nombre y para sorpresa de muchos logra concitar los 78 votos necesarios para asumir la presidencia.
Y se llenaron las redes con loas al triunfo de los " más consecuentes" y palos para los amarillos y dialogantes.
Extrañamente, nadie se ha dignado decir cómo se consiguieron todos los votos para que María Elisa Quinteros sea la nueva presidenta de la Convención. Y resulta que el voto 78 no vino de ninguno de los que podía esperarse, sino de la derecha.
Si, el convencional Luciano Silva de Vamos por Chile, fue el voto que dirimió en definitiva la elección que comentamos. El dijo a El Mercurio que la noche del martes se acercó al convencional Marcos Barraza (PC) y le propuso esa opción (la de la presidenta Quinteros). "Imaginé que le podía faltar un voto o dos y dije, bueno, a lo mejor para esto dios me ha traído aquí, para darle paz y tranquilidad a los chilenos".
Este es el final de un proceso. No es nada que haga saltar ningún fusible ni se trata de acuerdos espurios, pero es interesante hacerlo notar para aquellos que andan viendo componendas y acuerdos bajo el agua por todas partes.
Ojalá y ahora todos en la Convención se aboquen a la tarea principal, que es avanzar en construir una nueva Constitución para Chile.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Departamento de Comunicaciones y Difusión CGT CHILE