Pulso Sindical Diario de la CGT Chile - 25 de febrero, 2024


".. En un 13 de marzo cuando la tierra rayaba surgió una sombra callada que al viento envió su mensaje .." canta Gabino Palomares
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1.- René fue un esforzado dirigente sindical, que pasó muchas pellejerías desde pequeño, trabajando en lo que viniera para salir adelante y que luego formó un  hogar y siguió peleándole siempre a la vida, junto a su compañera, hijas e hijos.

Él era un garzón de mesón. Lo conocimos trabajando en el Bar El Rápido, en el centro de Santiago. De los mejores para ofertar y vender las empanadas de pino y queso, el caldo mayo y sandwichs. 

Ganaba un sueldo bajo y sus ingresos mejoraban bastante con las propinas que generosamente le dejaban los clientes, porque era una persona que sabía hacer muy bien su trabajo y se hacía querer por quienes atendía.

Rene llegaba a trabajar a las 9.00 de la mañana, estaba de pie tras el mesón hasta las 16.00 y apenas si descansaba un poco cuando hacía colación. 

Nunca se iba a su casa al terminar el turno  había trabajo sindical que hacer. Fue presidente del sindicato en su lugar de trabajo, pero también dirigente del provincial gastronómico y apoyó con todas sus fuerzas el nacimiento de la CTGACH.

Nuestro querido compañero era un activista de primera. En los tiempos más duros de la dictadura tomaba boletines y cartillas sacadas a mimeógrafo y recorría los locales del centro de Santiago. Horas y horas caminando, conversando con trabajadoras y trabajadores, a todo el mundo le entregaba material informativo y se tomaba el tiempo para escuchar los problemas y dar las orientaciones iniciales. 

No tengo muy buen discurso decía, así es que mando a la gente para la sede y ustedes los atienden ahí y les explican todo.

2.- Lo mejor para quienes estábamos en el departamento juvenil en esos años, se producía el día domingo. Don René nos citaba en el Mercado ahi en Mapocho y llegaba con un bolso donde traía un tarro de leche Nido de 1 kilo, lleno, llenito de monedas, sus propinas de la semana. 
Compraba mercaderías, verduras y frutas para su hogar y a nosotros que siempre éramos 2 o 3 y andábamos con el hambre a flor de piel, nos invitaba a un mariscal caliente. 

Como lo disfrutábamos, nos quedábamos dormidos a veces en la mesa del boliche hasta que él mismo nos despertaba, nos daba una fruta y se iba a su casa.

Siempre expresé mi molestia por el trato que se le daba, él nunca reclamó, era militante y cumplía sus tareas con anteojeras, por eso algunos abusaban de su buena voluntad y disposición.

No pudimos despedirlo, pero nunca lo olvidamos. Por eso nuestro Centro Recreacional lleva su nombre. 

Rene Rosales Peña.  

 
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria