Pulso Sindical Diario de la CGT Chile 12 septiembre 2024
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".. ¿Y las guerras quien las hace? ¿y a sus tumbas quienes van? ¿pues acaso son los ricos?.."
cantan Los muertos de Cristo
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1.- Ayer llegamos a la pega con el corazón roto pero había que estar, es el mejor homenaje que se puede hacer a quienes cayeron cumpliendo con aquello que consideraban su obligación con la causa. En la industria, la universidad, el colegio básico o medio, la población, en muchos lugares ese aciago 11 de septiembre la gente se reunió y buscó cómo responder a tamaña afrenta.
Muchos lloraron de impotencia cuando tuvieron claro que no había con qué. Cuando se dieron cuenta que junto a los gritos y las arengas no se había hecho mucho por contar con cuestiones materiales para concretar esos anhelos de pelearse la a los fachos, como entonces se decía.
Jóvenes, no tan jóvenes y viejos, vivieron días de dolor e incertidumbre, hasta que desde los espacios en donde se encontraban salieron a ver que se podía hacer. Buscaron a algunos, ayudaron a esconderse o trasladarse a otros, rayaron con plumón negro las primeras consignas en micros y muros que decían ¡¡Allende vive!!.
Pese al miedo no faltó una casa para guardar a alguien, darle de comer y permitirle dormir, actos tan simples que por entonces fueron heroicos, y que hasta hoy agradecen quienes los vivieron.
2.- En estos años ha pasado de todo. Algunos siguieron un tiempo y se agotaron, otros estuvieron periodos más largos y se defraudaron. Y es que se ha visto cada cosa.
Se atacó con saña al que se atrevió a criticar y pedir cambios, se aisló al que tuvo la osadía de llamar las cosas por su nombre, se condenó a quienes vieron que la micro iba para otro lado y se bajaron.
Muchos guardaron silencio y recibieron calladitos las monedas que el sistema fue entregando, para cambiar lucha por diálogo, fuerza por mesa de negociación.
¿Y cuantos no dijeron amén porque renegar los había puestos de patitas en la calle?
Los que nos educaron, incluso en cárceles, nos dijeron que había que educar a la clase y no separarla por colores, porque el adversario abusa y nos golpea a todos por igual.
Hagan escuelas, nos dijeron, para que los trabajadores aprendan a luchar por sus derechos, generen estructuras para que los trabajadores vean a la organización como una continuación de la familia, enseñan a luchar por lo que se quiere y a no entregarse por unas chauchas.
51 años del golpe y aún seguimos, preparando a los relevos que a veces son esquivos pero que sabemos dónde están. Ellos tomarán las banderas que en su tiempo heredamos de los que ya no están.
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MANUEL AHUMADA LILLO, PRESIDENTE DE LA CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria