PULSO SINDICAL DIARIO DE LA CGT CHILE
12 enero de 2024
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"..A mano tengo nuevos caminos con pie muy firme al caminarlos .."
canta Amerindios
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1.- Cuando se dice que la justicia es de clases nos referimos a que esta actúa de una manera con quienes son parte de las elites y de otra manera para todo el resto, en particular los más carenciados de contactos y relaciones con los detentadores del poder, por lo tanto estamos dejando claro que vivimos en una sociedad de clases.
Los menos con todos los derechos, los más con mínimos espacios y carencias totales en todas las esferas de la sociedad.
Vivimos en una sociedad de clases y solo nos hace falta remecer a los desposeídos para que asuman su lugar al lado de los explotados, los abusados, la clase popular.
La clase trabajadora es aquella que, sin ser propietaria de las empresas y de los que estas tienen, trabaja para el dueño de las mismas y recibe una compensación económica que, regularmente, no guarda relación con todo el esfuerzo que hace. ¿Entonces porque el temor e incluso rechazo, cuando se habla de trabajadores clasistas, de la organización que los cobija y de las demandas que exponen?
2.- Es claro que no se trata de personas peligrosas, ni de demandas fuera de lugar, o de algunos alborotadores, como se suele calificar a quienes exponen sin ambigüedad el sentir de los abusados en sus derechos. Tampoco de un discurso trasnochado sobre cosas que ya no existen.
Ser de clase, entonces, es asumir a conciencia que la sociedad en la que vivimos está integrada por unos pocos que abusan y unos muchos que son abusados.
Ser de clase es asumir que no se está con los patrones, sino con los compañeros y las compañeras de trabajo. Entender que no todo se solucionará con modificaciones legales presentadas por los gobiernos y parlamentos, o algunos beneficios en los instrumentos colectivos que se pacten con la patronal.
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MANUEL AHUMADA LILLO PRESIDENTE DE CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria