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"El Primero de mayo escuchamos las voces de los que nos antecedieron, llamándonos a no rendirnos ni claudicar.
Es este el día en que nuestros héroes nos reiteran con sus ejemplos de vida, por qué no se puede dialogar con los que quieren someternos, porque no se puede seguir el camino de los que han pactado con el capital y el poder, a espaldas del pueblo trabajador".
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1.- Se dice, aún con frecuencia, que la clase trabajadora se conforma como tal cuando se establece el salario, esto es el pago que el capitalista hace por la fuerza de trabajo que compra y este proceso se asocia a la revolución industrial en desarrollo desde el siglo XVIII.
Sin embargo, contrariando lo anterior, la primera mención al salario aparece en el código de Hamurabi, un conjunto de leyes que datán desde el 1750 antes de Cristo.
Por estás mismas lejanas fechas se desarrollaron las primeras agrupaciones de trabajadores, las cuales tuvieron en su origen carácter mutualista y dentro de sus principales obligaciones estaban aquellas de ayudar a las familias cuando no había salario, así como proveer un lugar donde sepultar a los integrantes de la asociación.
Fue en el año 200 cuando un rey romano decreta la constitucion de colegios o agrupaciones de trabajadores según su oficio, entre otras las de orfebres, curtidores, canoeros y panaderos, entre otros.
Pasado el año 300 y también en Roma se establecen salarios para una serie de oficios.
Sostenemos que los trabajadores deben conocer y manejar muy bien este tipo de informaciones, pues dejan en claro que mucho antes de la revolución industrial ya existen explotadores y explotados.
La diferencia la hace la aparición de las empresas capitalistas y el trabajo en serie.
Esto provoca la reunión de trabajadores y sus familias en lugares inhóspitos, carentes de viviendas dignas, alimentación adecuada, salud preventiva y curativa para las familias, además de nula seguridad social y por supuesto deplorables condiciones de trabajo, que incluían salarios miserables, largas jornadas de trabajo, etc.
Hablamos del siglo XVIII, y a más de 300 años muchas de las condiciones iniciales se mantienen.
Por eso debemos educar a los trabajadores en su historia, tienen mucho por qué luchar.
2.- Somos críticos del "acuerdo por la paz y una nueva constitución" suscrito el 15 de noviembre, 3 días después que todos los partidos de oposición, con y sin presencia en el Parlamento, acordarán demandar el llamado a plebiscito para una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente.
El mal llamado acuerdo es un tongo para mantener las cosas casi como hasta ahora, salvo algunas modificaciones que no cambiaran la situación actual, más allá de que efectivamente dicha Constitución reemplazará a la impuesta por Pinochet y Jaime Guzmán.
Mientras la Constitución no nacionalice todas las riquezas básicas, entregué vivienda educación, salud, pensiones dignas a todos sus ciudadanos, no será lo que requiere el pueblo y se deberá seguir luchando por ello.
3.- Para todo lo anterior y más, requerimos educación e instrumentos que nos representen.
Un compromiso que debemos ratificar este Primero de Mayo.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores
Secretario C.G.T. CHILE