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"El Primero de Mayo es una fecha histórica y, mas allá de las condiciones en las que se encuentre el mundo, seguirá siendo el día de la primera y gran emancipación.
El día en que las banderillas de la clase trabajadora se clavaron y sostuvieron más firmes que nunca en el lomo del capital".
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1.- En algunos días más se conmemoran 134 años desde la gesta iniciada en Chicago y extendida desde entonces por el mundo. Millones han sido los que dejaron sus vidas en la difusión y defensa de las aspiraciones obreras, sin embargo siguen siendo muchos los que sostienen orgullosos las banderas de la clase trabajadora.
8 horas de trabajo, 8 horas de descanso, 8 horas de recreacion fue la demanda que con fuerza y convicción se fue extendiendo en todos los países.
Los Estados y la patronal tenían clara la fuerza de su adversario y buscando debilitarlo crearon la OIT en 1919.
Pese a que muchos de los convenios y recomendaciones OIT solo se aplican a medias y son violados regularmente por los países, el convenio 1 de la naciente entidad establece la jornada de 8 horas diarias e incluso en 1935 OIT dictó el convenio 47 que fijó una jornada de 40 horas a la semana.
La primera bandera a seguir enarbolando cuando se conmemoran 134 años de esa gesta heroica de Chicago, es la jornada de 8 horas diarias continuas por 5 días de trabajo a la semana.
Los reclamamos continuan, porque las normas de flexibilidad, vigentes y futuras, apuntan a qué la jornada se adecue simplemente a las necesidades de los patrones.
2.- Las estupideces desde hace ya bastante tiempo, parecen ser una constante de la que no escapan ciertas personas e instituciones.
Como llamar, sino estúpido, al presidente de Estados Unidos quien se ha permitido sugerir en una conferencia de prensa que a los ciudadanos se les inyecte desinfectante para protegerlos del corona virus.
Y si se trata de encontrar imbéciles en nuestro país - más allá de los alcaldes venecianos (esos que van de canal en canal todos los días) y otras autoridades de gobierno - el primer lugar se lo llevan los curas y feligreses del colegio San Francisco de Asís en Las Condes, que hicieron largas colas en sus autos para recibir la comunión y confesarse.
Son de los mismos que se saltan cuando y como quieren la cuarentena, toman sus avionetas y helicopteros para irse a la playa en fin de semana y mantienen a sus nanas trabajando, no importa si estas tienen que cruzar media ciudad para cumplir sus obligaciones.
3.- Las clases sociales no son un invento, el estallido social y la pandemia se encargaron de demostrar a los trabajadores que son desechables, que no les importan a quienes les explotan.
Retornando a "la normalidad" volveremos a la lucha. Tenganlo todos por seguro.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores
Secretario C.G.T. CHILE