Con
Berna Castro en la memoria, saludando la entrega hasta el final de sus días a
la causa de los más pobres.
Con Paty Carmona en el corazón, canción y compromiso para enaltecer la causa de los que no tienen voz.
Ambas
siguen con nosotros, alentando la lucha del pueblo.
LA PANDEMIA Y LOS TRABAJADORES
1.- El domingo 22 de marzo se anunció, por
tiempo indefinido, toque de queda en todo el país entre las 10 de la noche y
las 5 de la mañana del día siguiente. Un móvil de Megavision a las 22,20 sigue
a un carro policial que lleva a 2 transeúntes detenidos a la comisaria,
mientras otro móvil muestran a militares fiscalizando automóviles, a cuyos
conductores luego de presentar documentos se les permite pasar.
Cuál
es la razón del trato distinto? No son lo mismo, los conductores que van camino
de sus hogares y quienes lo hacen caminando? Falta de criterio, discriminación?
Juzgue usted.
2.- Terminado el toque de queda el 23 de marzo,
cientos, miles de trabajadores se agolpan en estaciones de Metro y paraderos de
buses, buscando llegar a sus lugares de trabajo. Ninguna autoridad está en la
calle indicándoles que deben conservar “el distanciamiento social” del que
todos hablan. Pareciera no importar a nadie si los trabajadores se contagian o
no, a fin de cuentas y en el peor de los casos solo se trataría de reemplazar a
los infectados, y mano de obra desocupada hay sobra para reemplazar.
3.- La pandemia era solo algo lejano que
podría afectarnos en algún momento, pero para el capital llegaba el momento de
poner las primeras salvaguardas a sus fortunas. Y ellos actúan con tiempo. Por
eso el 6 de Enero de 2020 el gobierno presentó un proyecto del ley (ingresado
por el Senado en el mensaje N° 564-367) donde se establece la posibilidad de pactar
la disminución de la jornada de trabajo por un mes y hasta por 5 meses para quienes tienen contrato
indefinido, y de 3 meses para contratos de plazo fijo, obra o servicio
determinado. La disminución no será superior al 50% ni inferior al 15% de la
jornada convenida originalmente.
Durante
este pacto de diminución de la jornada, el empleador pagará las cotizaciones
previsionales y de seguridad social, según la remuneración imponible convenida
en el pacto. Finalmente se establece para los trabajadores un complemento con
cargo al Fondo de Cesantía Solidario. Si la jornada se reduce en un 50% el
complemento será del 25%, si la reducción es inferior el complemento se determinará
proporcionalmente.
4.- El virus es declarado pandemia y se instalan
todas las restricciones y carencias que conocemos. Ciertamente la mayor
preocupación del capital y de los medios de comunicación – YA TRASMITIDA
MAJADERAMENTE DESDE EL INICIO DEL
ESTALLIDO SOCIAL – es el cómo se apoya a las empresas que no tienen ventas o
estas han disminuido aceleradamente.
Por
tal razón el 19 de marzo se anuncian una serie de medidas pro empresas dentro
de las cuales se encuentra la suspensión del empleo.
O
sea, no conformes con la presentación de un proyecto de ley para disminuir la
jornada de trabajo y el pago proporcional de la remuneración, y ciertamente
teniendo claro que el virus viene en alza (y que a futuro podrían venir otras
pandemias) se agregan propuestas destinadas a suspender el empleo y con ello el
goce de remuneraciones.
El
proyecto de ley anunciado el 19 de marzo establece originalmente que durante
esta emergencia, el trabajador que deba permanecer en su hogar sin posibilidad
de hacer la pega a través del teletrabajo (lo que no está aún normado) podrá
ser suspendido temporalmente de sus funciones y del pago de sus remuneraciones,
recibiendo ingresos desde el seguro de cesantía (su cuenta individual) y de
agotar estos recursos los proveerá el Fondo Solidario. No obstante y mientras
cerramos este Pulso, nos enteramos que una llamada mesa laboral integrada por
gobierno, patrones y sindicalistas -entre ellos la CUT- se encentra revisando
el proyecto de ley anunciado el 19 de marzo y que sería presentado en las
próximas horas.
5.- Todo lo anterior ha sido detallado para dejar
en claro que estamos ante un problema de clases, donde la clase de los
poderosos toma medidas para asegurar su tranquilidad y estabilidad,
importándoles un pepino lo que pueda
suceder con la clase de los abusados en sus derechos.
Claro,
hay pocos ricos y muchísimos pobres y para el sistema son los primeros los que
permiten la subsistencia de los segundos. Que se enfermen, agraven e incluso
mueran algunos miles de pobres no alterará el orden capitalista, al menos no
tanto para forzar su extinción.
6.- Es cierto el drama del desempleo, es real
el miedo a quedar sin recursos para mantener a la familia, pero no debe ser a
costa de perder todo valor como ser humano.
En
algunas empresas se exige firmar documentos para aceptar disminución del sueldo
y los que no aceptan se les despide por necesidades de la empresa, en otras se
les demanda tomar vacaciones obligadas y/o modificar – disminuyéndolas por
cierto - las jornadas de trabajo.
Incluso la exigencia de teletrabajo es ilegal pues no hay normas legales para
ello.
En
qué condiciones están prestando servicios los que aceptaron el teletrabajo?.
Como
pueden ver, exigencias de todo tipo en momentos de pandemia aunque dicen que
solo son provisorias.
Alguien
dará certezas de que terminada la pandemia no pagaremos el costo mayor? Que no
habrá despidos y rebajas de sueldo permanente?
La
única posibilidad de poner freno a la vendetta patronal que se implementará con
posterioridad al término de la pandemia, es la organización.
Una
organización autónoma e independiente, sin dirigentes que negocien a escondidas
con los detentadores del poder. Por mucha buena intención que tengan estos
dirigentes (si es que se puede hablar de buena intención) lo que hacen es darle vida a un modelo
criminal y la espalda a los trabajadores
y sus derechos.
7.- Y mientras tanto por donde salimos?
parecen preguntarse miles.
No
es algo baladí reiterar lo anterior. Hay que hacer el máximo de los esfuerzos
por desarrollar la organización en todos los sectores donde no existe.
Ha
quedado claro que, para los patrones y gobiernos, los trabajadores son solo
números y sus derechos no le importan a nadie que no sean ellos mismos.
Aquellos que en el
Parlamento hacen gárgaras con los derechos de los trabajadores y su protección,
deben transparentar los proyectos de ley que hemos enunciado y poner freno a
todo aquello que implique eliminar remuneraciones mientras dure la pandemia y
después de ésta.
Hay
que legislar estableciendo, por ejemplo, que la rebaja de remuneraciones es solo
un préstamo, que será restituido a los asalariados terminada la emergencia.
Demandar
recursos financieros desde el Estado para establecer que no se perderán los
recursos del Seguro de Cesantía y que los mismos estarán dispuestos para la
cesantía que se producirá una vez terminada la pandemia.
Finalmente
y en lo que respecta a medidas urgentes debe decretarse la prorroga inmediata
de todos los procesos de negociación colectiva en curso, al mismo tiempo que
suspender todos los procesos futuros hasta el término de la pandemia.
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario C.G.T
CHILE
Presidente Central
Clasista de Trabajadores