“Miren como sonríen los presidentes, cuando le hacen promesas al inocente
Miren como le ofrecen al sindicato, este mundo y el otro los candidatos
Miren como redoblan los juramentos, pero después del voto, doble tormento
Miren como le ofrecen al sindicato, este mundo y el otro los candidatos
Miren como redoblan los juramentos, pero después del voto, doble tormento
Miren el hervidero de vigilantes, para rociarle flores al estudiante
Miren como relumbran carabineros, para ofrecerle premios a los obreros
Miren como se visten cabo y sargento, para teñir de rojo los pavimentos
Miren como profanan la sacristía, con pieles y sombreros de hipocresía…”. Violeta Parra
Miren como relumbran carabineros, para ofrecerle premios a los obreros
Miren como se visten cabo y sargento, para teñir de rojo los pavimentos
Miren como profanan la sacristía, con pieles y sombreros de hipocresía…”. Violeta Parra
La canción de Violeta, escrita en 1971, es una más de las
constataciones hechas por los artistas populares, de lo que vivió y vive
nuestro pueblo. Violeta y muchos otros como ella están hermanados en
eso de decir las cosas por su nombre, sin importar lo que oportunistas y
ambiguos puedan decir.
Solo basta escuchar el silenciado «Político Castro Mena» de
Quelentaro y el inolvidable pero por estos días poco difundido “Ya
quisieran por olvido” de Illapu, para darse cuenta que la creación
musical viene de la mano de las vivencias de nuestro pueblo. Son
canciones que quedan y marcan para siempre el camino, que invitan a no
desmayar cuando algunos buscan borrar con el codo aquello que
escribieran con la mano.
Periódicamente se hacen promesas de cambio, propuestas para mejorar
la condición de los parias y el resultado sigue siendo el mismo. Los más
necesitados, sujetos de atención de candidatos y candidatas, dejan de
ser importantes en el mismo momento en que quienes apelaron a ellos se
acercan al poder. No hay solución al problema de la educación, ni se
entregan nuevas y mejores viviendas, la salud sigue siendo un derecho de
los que tienen plata y los trabajadores continúan esperando aquellas
leyes que les devolverán algo de su dignidad pisoteada. Ya votaron,
ahora pueden seguir esperando.
Los cantores del pueblo están y estarán junto a él. Se han podido dar
cuenta de esta farsa y utilizan su arte para seguir exponiendo las
carencias y musicalizando sus demandas, continuaran llamando a las cosas
por su nombre, más allá de que los poderosos y sus servidores les
cierren las puertas e ignoren sus canciones.
El homenaje cantado de Nano Stern a Gustavo Gatica – “Regalé mis
ojos” – que sin duda interpreta también al vivir y el sufrir de Fabiola
Campillay, es una muestra más de esa unión inquebrantable entre pueblo y
canto.
SOBRE ALGUNOS DE LOS QUE POCO SE HABLA
…” Donde cayó Camilo nació una cruz, pero no de madera sino de luz…”.
Así dicen los primeros versos musicalizados y dedicados al curo
Camilo Torres, caído en combate el 15 de febrero de 1966. Hermanado en
ideas, propuestas y acciones con Joan Alsina, Andre Jarlan y Pierre
Dubois, todos miembros activos en sus comunidades, fueron incluso un
poco más allá que Oscar Arnulfo Romero y Raul Silva Henriquez y se
enfrentaron, sin dudarlo, con las fuerzas represivas que buscaban
eliminar y dañar a sus pueblos.
Y sin embargo, los medios de comunicación demonizan a estos valientes
y nos bombardean con imágenes y discursos de la otra iglesia.
Esa que protege a los violadores y pedófilos, la que guarda silencio
ante todas las atrocidades y que es capaz de compartir la mesa con
mentirosos y verdugos, bendecir armas de guerra y seguir llamando al
pueblo sufriente a tolerar todo, pues en alguna parte, más allá de esta
vida, le espera un mundo mejor. Ella quiere borrarlos, nosotros lo
impedimos.
Cuando jóvenes veíamos la lucha valerosa de los nicaragüenses contra
la tiranía de los Somoza y no podíamos sino quedar encandilados con la
palabra y acción de Ernesto Cardenal, cura y poeta que estuvo junto a la
lucha de liberación de su pueblo llegando a ser ministro de cultura.
Por razones que dejó muy claras, Cardenal se alejó en lo político, pero
mantuvo su amor al pueblo y expuso claramente su sentir, hasta sus
últimos momentos.
Algo similar a lo que vive por estos días el cura Mariano Puga,
hombre de iglesia entregado en el amor a los más desposeídos, que
practicó al pie de la letra las enseñanzas del Cristo, que fue a
trabajar en la construcción y se hizo uno más en cada una de las
poblaciones en las que vivió.
Así como Cardenal tenía en la poesía su arma predilecta, así también
Mariano Puga comenzó a dominar el acordeón para cantar sus misas y
musicalizar sus sermones.
Uno y otro se entregaron al pueblo y vivirán en él, más allá de
cuando se produce la partida física, porque se hicieron dolor, se
hicieron esperanza, se hicieron pueblo y con eso inmortales.
Y como estos curas, también hay otros hombres que luchan por lo que
creen justo, entre ellos Rodrigo Cisternas y Nelson Quichillao, obreros
valientes que fueron con todo contra la represión policiaca a
movimientos huelguísticos y reivindicativos, pagando con su vida la
osadía de enfrentar a manos limpias a esbirros que vomitaban fuego desde
sus armas.
Ximena es la esposa, Benjamín y Francisco los hijos de Juan Pablo
Jimenez, dirigente sindical, asesinado hace 7 años al interior de su
lugar de trabajo. Juan Pablo predicaba con el ejemplo. El primero en las
marchas y en las acciones de denuncia, participe activo de cuanta
movilización se llamaba, invitando siempre a la organización como el
instrumento que permite poner freno al abuso y la explotación.
Hace algunas semanas se presentó un documental en su homenaje
“Gaviota Aleteante” y organizaciones como AIT y hoy la Central Clasista,
han hecho suya la demanda de verdad justicia y castigo. Juan Pablo vive
en la memoria de los trabajadores.
Por eso, tenemos la obligación de mantener vivo el ejemplo de
religiosos y laicos que se han hermanado en su amor por la causa del
pueblo.
UN AMOR POR SIEMPRE
Los trabajadores no siempre desarrollan la afición por el teatro y a
lo más observan por televisión algunas teleseries de pobre contenido,
que no necesariamente son bien actuadas.
Por eso causa pena y congoja conocer de la partida de Alejandro
Sieveking, un hombre de teatro que pese a acercarse a los 90 años
continuaba creando y opinando, además de cuidar a su amor de toda la
vida, la también actriz Belgica Castro.
Ambos hicieron teatro, pero fueron también activos participes del
proceso revolucionario vivido en Chile en la década de los 70 del siglo
pasado, participación que les obligó a salir al exilio, pero jamás les
impidió decir lo que pensaban.
Se unieron crecieron y se amaron por siempre. Con un intervalo de
apenas 20 horas, ambos se han marchado para continuar actuando la obra
eterna de su amor.
JOVENES – MUJERES – LUCHA
Volvieron a clases y dejaron claro que nunca se han ido, que ayudan
en otras trincheras y luchas, para después volver a retomar sus
banderas, que no son otras que la dignificación del estudiantado. Y van
por decenas, por cientos, por miles, recorriendo las estaciones del
metro, manifestando al interior y en el exterior de sus colegios. Sus
demandas son parte de las demandas de todo un pueblo y su vitalidad
contagia a padres y hermanos, a todo un pueblo ansiosos de que las
cosas de verdad cambien.
Se debe tomar nota del desprecio que tienen a lo establecido, porque
lo establecido es malo, es la negación de la libertad de expresión y de
manifestación, la consagración de la inequidad y el robo descarado, la
corrupción la contaminación y la represión a mansalva.
Eso y más es lo establecido y debemos aprender de los estudiantes, de
nuestros hijos y nietos, a despreciarlo y trabajar sin desmayar por una
sociedad más digna y justa.
Una nueva conmemoración del día Internacional de la mujer está
ad-portas y debemos seguir apoyando y defendiendo las demandas de la
mujer, porque son las demandas de nuestras abuelas, madres, hermanas,
hijas y compañeras.
En cada acción que se realiza cada día del año, está explicita la
exigencia de cambio social, el no más al machismo y al patriarcado. No
se debe esperar la llegada del 8 de marzo para demandar de los varones
quedarse en casa y cumplir deberes, eso debemos hacerlo siempre, pues
los hogares, las familias y el entorno son nuestros. Y como son
nuestros, no tuyos ni míos los deberes y los derechos, debemos salir
juntos a la calle a demandar los cambios que se requieren. Tu y yo de la
mano, con el lienzo de la agrupación y del sindicato, con las demandas
sectoriales y nacionales. Tu y yo juntos compañera.
La lucha por los cambios es un imperativo de la hora presente y se
debe dar en todos los frentes. Por eso debemos saludar la puesta en el
aire del programa radial por internet de la Central Clasista.
Educar-Organizar-Luchar es la trilogía que guía nuestro camino y es
el nombre del programa que se emitirá todos los miércoles entre las
18.00 y 20.00 horas y que ustedes podrán encontrar en www.lavozdelostrabajadores.cl.
Hace algunos días la Central desarrollo el segundo encuentro de
mujeres y se apronta a un foro en el que se expondrán diversas
posiciones en torno al plebiscito del 26 de abril.
Retomaremos la instalación de nuestra olla común en la plaza de la
dignidad, vamos a llevar nuestro material de difusión y a seguir
educando en los derechos.
Es nuestra lucha y estamos orgullosos de ella.
Vamos a trabajar duro para promover la organización porque es la
herramienta que nos llevará a poner en la primera línea las demandas de
nuestro pueblo.
Ese es y será nuestro compromiso
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras
Secretario Confederación General de Trabajadores C.G.T. CHILE