29 de Noviembre de 2011
Alcalde reiteró su defensa por homenaje a Krassnoff y la labor de militares en dictadura Labbé por los centros de tortura: “No los llevaron a estos lugares porque andaban vendiendo leche”
"Me llama la atención el silencio, no diría culposo, pero ese silencio cobardoide de mucha gente que piensa igual que yo o por lo menos que no se ha interiorizado, sino que es preferible no mirar", dijo el jefe comunal entrevistado por CNN Chile.
Krasnoff está preso en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Cordillera de Peñalolén por crímenes como secuestro, tortura y desaparición de personas, que se relacionan a su calidad de agente de la desaparecida Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), aparato represor de la dictadura.
Entrevistado anoche por CNN Chile, el alcalde Labbé condenó la protesta en las afueras del Club Providencia el día en que fue presentada la cuarta edición del libro “Miguel Krassnoff, Prisionero por servir a Chile”, escrito por Gisela Silva Encina y sostuvo que “aquí está en juego el principio de la libertad de expresión, del principio de libertad de reunión”.
Además aseguró que su obligación es poner su “activo político” a disposición de aquellos que considera que han sido “injustamente procesados”, argumentando que en el país no existen beneficios carcelarios ni indultos para los militares procesados, como, según afirma, sí existieron para miembros de la izquierda.
El alcalde planteó que a su juicio no hubo “debido proceso” con Miguel Krassnoff y aseguró que aunque puede estar equivocado, tiene el derecho a pensar y ser respetado en la forma que piensa.
“Me llama la atención el silencio, no diría culposo, pero ese silencio cobardoide de mucha gente que piensa igual que yo o por lo menos que no se ha interiorizado, sino que es preferible no mirar”, agregó.
Según el jefe comunal existe “una discriminación horrorosa en la forma de tratar a los militares con respecto a los terroristas”
Labbé además defendió la labor de los militares en la dictadura y justificó los centros de detención donde se torturó a más de 30 mil chilenos.
“No los llevaron a estos lugares porque andaban vendiendo leche en un carro de productos lácteos, a muchos no les pasó nada, no se puede descontextualizar, yo no digo que no se hayan producido excesos, hay una frase que a mí me hace mucha fuerza, la guerra hace que los hombres buenos hagamos cosas malas y eso es natural”, enfatizó.
ELMOSTRADOR.PAIS