
En ese tiempo lejano, fueron muchos los compañeros de ruta que no
aceptaron esta resolución y se alejaron de la militancia
activa, acusando una «entrega al modelo” y la rendición de las banderas
hasta entonces enarboladas.
Siendo justos, es bueno reconocer que algunos de los que se fueron
mutaron en empresarios o emprendedores, con distinta suerte, otros se
dieron vueltas de carnero de tal manera que hoy se encuentran mirando de
manera distinta, renegando incluso de aquello que sostuvieron con
fuerza y convicción como si nunca hubieran hecho el compromiso de
“luchar hasta vencer”, mientras unos cuantos se fueron para la casa
desengañados y dolidos de todo lo vivido.