Para
nosotros, que construimos este Pulso, no dejan de llamarnos la atención
una serie de noticias y también las expresiones que muchos vierten
respecto de lo que comentamos.
Lo hacemos sin pelos en la lengua, porque creemos en lo que decimos y disponemos de los argumentos y antecedentes necesarios.
Es
cierto, puede no gustar a muchos lo que exponemos, pero ninguno de los
críticos entrega elementos en contrario y eso hace aún más valioso este
Pulso Sindical.
La
crisis del sindicalismo entreguista es total, pero es claro que no
perecerán. Ellos tienen la cualidad, apoyados por los aparatos del
modelo, para mantenerse a flote.
Son
demasiado importantes los recursos que se reciben por la vía de
postulaciones truchas, donde siempre ganan los amigos del ministerio y
de las diversas dependencias que tiran la plata a la chuña.
Nada
de capacitación para ganarle al modelo, poco o nada de educación para
enfrentar al capital en las negociaciones colectivas. Venir a decir
ahora que la última reforma laboral es mala es simplemente la
confirmación de que no solo los sindicalistas oficialistas están casados
con el sistema sino también y principalmente aquellos que promovieron y
aprobaron leyes miserables.
No
basta decir a todo Chile que se hubiera querido hacer más, debe decirse
al país que se le tuvo miedo al capital, que no se escucha a las
grandes mayorías de los privados de derechos mínimos.
Vendrá
una nueva renovación de autoridades y los trabajadores seguirán
colgando de la cornisa porque, al contrario de lo que dicen en la tele y
las franjas, no se escucha a los que están privados de todo, a lo más
se detienen un ratito frente a ellos a ver si pueden volver a
permearlos.
Por
eso hay que saludar a quienes llegaron el 15 de Junio a la casa central
de la Universidad de Chile a la presentación del Manual Sobre la
Reforma Laboral en Chile, preparado por la Defensoría Popular del
Trabajador, quienes construyeron este interesante trabajo junto a las
organizaciones que hacen parte del Comité de Iniciativa por la Unidad
Sindical.
Es
un trabajo claro, didáctico, sin tanta frase rebuscada, escrito para
ser analizado, discutido y utilizado como herramienta de educación por
los miles de trabajadores organizados y, porque no, también por aquellos
que no lo están.
Este
ejercicio de educación responde al primero de los pilares en los que se
basa el trabajo de este naciente conglomerado sindical.
Educar
a las masas obreras, educar a la clase trabajadora es un objetivo de
primer orden, porque solo así lograremos que los trabajadores se
desprendan de las tenazas de la ignorancia y del miedo.
No
es cierto que nada queda por hacer. Muy por el contrario, el Manual da
cuenta de cómo viene la ley y es también una invitación a buscar los
caminos para superarla.
Los
contratistas y subcontratistas, privados casi de todo derecho con las
nuevas normas, ratificarán en la lucha diaria que no hay ley que detenga
a los trabajadores cuando se deciden a luchar contra aquello que los
anula y limita.
A
su vez los trabajadores de las micro y pequeñas empresas entenderán el
porqué de nuestra demanda de negociación por rama, entenderán que deben
ser creativos para generar instrumentos que los organicen y les permitan
demandar sus aspiraciones.
Salimos claritos de la casa de Bello.
Somos
parte de la clase trabajadora y haremos todo lo que debamos hacer para
dotar a los trabajadores de una organización independiente, autónoma,
contraria a los acuerdos a puertas cerradas, enemiga feroz de la
corrupción.
A
todos nuestros amigos, a los que de verdad trabajan y se la juegan por
la causa de la clase trabajadora los invitamos a dar un nuevo paso en
la construcción de esa unidad que reclamamos, que anhelamos pero que nos
resistimos a construir.
Hemos
coincidido las organizaciones que nos aglutinamos en el CIUS respecto
de una cuestión importante, vital en nuestro trabajo.
“Ser
clasista es reconocer la existencia de clases en la sociedad en que
vivimos. Para nosotros la clase de los abusados por el capital tiene
demandas irrenunciables, incluida una sociedad más justa y digna.”
Creemos
en esto y trabajamos para ello. Por eso invitamos a todas y todos los
trabajadores organizados a recibir una invitación para conversar sobre
un documento declaratorio de nuestro objetivo.
Nos
vamos a juntar el 19 de Julio desde las 16:00 y si coinciden en esta
básica definición de clasistas estaremos juntos resolviendo como vamos a
seguir caminando.
Conmoción
nacional ha provocado la estúpida acción de una capitán de carabineros
quien indicó a sus subalternas que no estaba permitido amamantar a sus
hijos.
Decenas
de minutos de reportajes, opinan todas y todos los que sienten estar
involucrados sobre si alimentar un bebe es un derecho que no puede ser
violado y, sea carabinera o no, debe reclamarse.
Sin embargo los mismos medios y autoridades que pontifican sobre el
tema, apenas si han hablado o simplemente guardaron silencio ante casos
tan dramáticos como los abusos a los trabajadores en la empresa FRUNA
que costaron la vida de dos trabajadores.
Ahí
no hay condena unánime, no va la ministra del trabajo a encabezar la
fiscalización por la violación reiterada de derechos laborales.
Son
cientos, miles los casos de arbitrariedad evidente en el tratamiento de
las licencias médicas, pero no hay campañas en los medios.
Tampoco las hay ante la sistemática violación a las normas de seguridad en las empresas. Así
la muerte de otro trabajador de la construcción no dio ni para ser
discutida en el trasnoche y menos se vio la opinión de la dirigencia
sindical y de los propios trabajadores que denuncian carencias
permanentemente.
Vayan
las autoridades del trabajo a revisar los miles de reclamos que
diariamente se presentan en las Inspecciones y podrán darse cuenta que
la violación de derechos es permanente. Y nadie la castiga.
¿Como
dormirán las autoridades luego de haberse enterado que un joven
haitiano se murió de frio?, seguramente no han de sufrir de insomnio.
Hace algunos años en la misma Plaza de la Constitución se murió un
anciano que trabajaba haciendo aseo y los medios no se la jugaron por
exponer el drama de tanto viejo querido nuestro, que deben trabajar
hasta morir por que con sus pensiones de hambre ni siquiera sobreviven.
Por último preguntarse que hacen las autoridades y
los medios de comunicación para dar a conocer el caso de Richard
Bobadilla que lleva 52 días de huelga de hambre en las puertas de la
Federación de Trabajadores del Cobre, cuyos dirigentes SE NIEGAN A VER SU CASO.
Señores
dirigentes de la FTC (les habría llamado compañeros pero el computador
se niega a hacerlo), que crimen tan grande cometió este trabajador que
no son capaces siquiera de darle la cara?
¿Es
que tendrá que enfermarse gravemente Richard para que ustedes, las
autoridades y los medios de comunicación se den cuenta que está ahí,
muriéndose de hambre?
Todo
esto y mucho, mucho más es lo que nos impulsa a seguir bregando por
construir un instrumento que de verdad represente y defienda los
derechos de los trabajadores.
Y lo seguiremos intentando cuantas veces sea necesario.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE