No
es por falta de material que está algo espaciado nuestro Pulso este
verano - que si por material fuera podríamos tener un Pulso diario –
sino porque he debido dedicar mi mayor tiempo a poner en funcionamiento
el Centro Recreacional de la CGT, que lleva por nombre Rene Rosales
Peña. Un desconocido para la elite y la burocracia sindical, pero un
gran dirigente obrero que dio todo de sí para levantar y promover la
labor del Sindicato Gastronómico de Santiago y la naciente CTGACH, en la
década de los 80.
Rene
Rosales Peña presidió por muchos años el sindicato de Trabajadores del
Bar El Rápido, tradicional “picada” en el centro de Santiago, donde se
preparaban las mejores empanadas fritas de pino y queso. Después de esa
agotadora labor – trabajaba 8 horas diarias de pie detrás del mesón
esmerándose por atender a quienes le conocían y le visitaban por años y,
cosa importante, hablando siempre que podía de los derechos de los
trabajadores – el compañero René se iba caminando a la sede de la
organización sindical para ponerse a disposición y cumplir como un
miembro de la clase, las labores que la lucha contra la dictadura
demandaban. Trajo y llevó propaganda político sindical, fue número
puesto en toda manifestación que se convocaba en el centro de Santiago y
además un gran educador para quienes nos iniciábamos, promoviendo
valores como el respeto, la moral y el amor por la clase.
Lo
que más me marcó del compañero Rosales fue su voluntad y disposición
para repartir el informativo sindical “El Gastronómico”. Recorría “a
patita” el centro de Santiago, conversaba con socios y no socios del
Sindicato y promovía la sindicalización. con las mismas fuerzas y ganas
con que lo deben haber hecho Clotario y Luis Emilio. Más de una vez
delicado de salud, sin plata, no reconocido por todos sus pares como un
ejemplo y sin embargo jamás dejó de ser para nosotros - jóvenes que
partíamos en esto del trabajo sindical – un espejo en el cual
reflejarnos.
Igual
que a muchos, no se le reconoció en vida todo su aporte. Como Lara,
Arqueros, Lira, Font, Angulo, Seguel, Hernandez, Naranjo y otros
dirigentes, Rosales dejó su huella y no siempre se le reconoció como
correspondía. Tardíamente pagamos una deuda con él y su familia, al
bautizar nuestro lugar de recreación y descanso con su nombre.
La
razón de esto es muy simple. Era uno de los bonitos sueños que René a
veces contaba, el creía que los trabajadores debían disponer de algún
lugar donde ir a descansar con sus familias, hablaba de las cabañas de
la CUT antes del golpe, ignoro si disfrutó de ellas, y por eso no hubo
mejor nombre para bautizar NUESTRO lugar de reposo y relajo.
Compañeros
de la CGT y sus familias, ya disponen del espacio para veranear y/o
descansar algunos días como corresponde. Rene Rosales Peña, PRESENTE.
No
es algo menor esto de los incendios. En los años de la “colonización”,
decenas y miles de hectáreas de flora y fauna nativa fueron arrasadas
por quienes daban forma a las primeras ciudades. Era el precio a pagar
por el progreso.
Esta
debacle ecológica tiene responsables claros y principales. Aquellos que
entregaron a precio de huevo millones de hectáreas de tierra, más bien
un premio, por el aporte patronal a la desestabilización del gobierno
del presidente Allende. Y no debe olvidarse que algo similar pasó con el
ferrocarril, que fue desmontado en muchos lugares de nuestro largo país
y que hoy es añorado. ¿Y quienes fueron beneficiados con la muerte del
ferrocarril? Los camioneros y los dueños de los buses interprovinciales,
proveedores generosos de los golpistas, con Villarin a la cabeza.
Los
capitalistas arrasaron con las tierras de cultivo y en su lugar
llenaron de pinos y eucaliptus dañando de paso el ecosistema, ya que con
esos millones de árboles se fueron apropiando del agua, dejando con
ello en la miseria a miles de familias campesinas, que se vieron
obligadas a sobrevivir en los pocos espacios que quedaron. Estos amos de
la tierra son los únicos responsables de lo que pasa y ellos y nadie
más debieran indemnizar a todos los que ha perdido casas y pequeños
espacios de cultivo.
El
incendio ha costado vidas y muchas horas de trabajo de gente anónima,
no siempre ha tenido el aporte claro y la acción justa de las
autoridades políticas y más de una vez la prensa ha montado shows en vez
de ir al origen del problema.
Cristián López, comandante de Bomberos de Pumanque, dijo: “Los
Bomberos se han sacado la cresta, no puedo tener voluntarios trabajando
más de 24 horas, no doy abasto. Estamos en una guerra. Esto es un
desastre. Nunca había visto esto. En Pumanque ya se ha quemado el 80% de
las tierras, qué más estamos esperando? ¿Más bomberos y brigadistas
muertos? ¿Más campos y casas arrasadas? ¿Dónde está el Estado, la
voluntad y la actitud de emergencia? Esto no es una película. ¿Cómo
podemos ser tan light? Mientras nuestra televisión pasa de la tragedia
al horóscopo…”
Es
buena y hermosa la solidaridad de nuestro pueblo, pero no debe ni por
un minuto olvidarse que aquí hay UN culpable el que debe responder por
todos y cada uno de los daños ocasionados a quienes menos tienen y los
medios de comunicación alguna vez deberán hacer el mea culpa de no
apuntar a lo concreto y seguir festinando con los dramas de la
población. En algún momento, que será más pronto si se apura la
organización y la lucha popular, los verdaderos responsables de estas
catástrofes deberán pagar la cuenta. Y el pago no será como el de la
colusión del papel confort.
A
fines de Enero de 2017 se llevó a cabo un nuevo Congreso de la CUT, con
la misma intención de siempre. Hacer algunos cambios, emitir
declaraciones, sacarse algunos trapitos al sol, para que todo siga
igual. Y así no más fue, salvo una resolución que indica que en el 2020,
se harían elecciones universales.
La
pregunta es ¿sirve para los intereses de los trabajadores esta
organización?. La respuesta categórica es NO. La CUT representa la
propuesta sindical del modelo capitalista, propuesta que apunta, al
igual que en la gran política, a hacer algunos cambios en el maquillaje
sin poner en cuestión el modelo. Humanizar el capitalismo, como dijo
alguna vez por ahí un tipo que se las daba de izquierdista.
Los
trabajadores deben entender de una buena vez que lo que requieren para
salir de su condición desmedrada es un instrumento anti capitalista, de
clase, que reconozca las diferencias entre el capital y el trabajo y que
no ceda un ápice en sus demandas irrenunciables. La última reforma
laboral acordada entre el gobierno y este remedo de organización que es
la CUT destruye una de las mayores aspiraciones de la clase trabajadora
en el mundo, la jornada de 8 horas diarias de trabajo, sin considerar
que los hechos demostraran que la huelga efectiva no existe y que los
patrones seguirán haciendo lo que quieren en las empresas. Por eso no
les sirve esta Central Sindical.
Ni
siquiera importa si, efectivamente, hace elecciones universales. Queda
claro que su accionar es antagónico a los derechos de los trabajadores,
por lo que el único camino que queda es trabajar para construir una
Central Clasista de Trabajadores, anticapitalista, defensora a ultranza
de los derechos del explotado, independiente, autónoma y autofinanciada.
Un instrumento real de la clase de los trabajadores.
Este
12 de Febrero se cumplen 2 años desde que iniciara sus actividades el
Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical CIUS y, aunque lento, el
trabajo ha sido sin pausas y con un claro objetivo. Llegar a los
trabajadores con apoyo, solidaridad y muchas iniciativas de acción
sindical.
Todos
y cada uno de los que hacemos parte de este instrumento de la clase
hemos comprometido todos los esfuerzos por dar a conocer a nuestro
pueblo el “Pliego de los Trabajadores”, un conjunto de demandas y
propuestas que apuntan a la sociedad nueva que se debe construir y que
requiere del esfuerzo de todos.
Es
por eso que les invitamos a participar de un acto de recordación y
reiteración de compromisos, que se realizará ante el busto de Luis
Emilio Recabarren, en la Plaza Almagro en Santa Isabel con San Diego, a
un costado de la estación en construcción del Metro.
A seguir avanzando y dándolo todo por la clase trabajadora.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE