Cobardes, prepotentes y mentirosos.
Utilizo
estos conceptos para definir el actuar de Carabineros en contra de los
jóvenes secundarios que por estos días se han manifestado en el centro
de Santiago, conceptos que también aplican para la represión a
trabajadores, pobladores y otras fuerzas sociales. Cobardes, por
que no se puede llamar de otra manera a especimenes, que parecen seres
humanos pero no lo son, que en forma artera golpean a los jóvenes y
demás manifestantes mientras los arrastran para meterlos en los carros
de detenidos. Prepotentes porque empujan, dan de puntapiés por
igual a mujeres, adultos mayores y demás personas, que se niegan a
obedecer la orden de desalojo y piden respeto en el trato a quienes
manifiestan y son reprimidos.
Mentirosos porque
justifican con falsedades su prepotencia represiva y se dan el lujo de
pasar a los detenidos a las fiscalías por “agresiones de hecho”, cuando
los agredidos y denostados son precisamente los manifestantes.
Este
actuar policial no es extraño, es el mismo que aplican desde la década
del 60 del siglo pasado, cuando operaban con el nombre de Grupo Móvil.
Basan su actuar en los golpes arteros, la prepotencia verbal, el uso
indiscriminado del “guanaco”. Antes se cubría con sacos mojados y se
golpeaba a los detenidos, hoy se da puntapiés y se presiona por el
cuello hasta casi ahorcar. El objetivo es el mismo, intentar mantener
una imagen de calma y tranquilidad, proteger al capital y sus
servidores, instalar el miedo por sobre todo.
Me
emocionó la argumentación sobre su lucha, que dio un joven estudiante
de cuarto medio a una mujer que reclamaba indignada mientras detenían a
unos muchachos en San Ignacio con Alameda. Que fuerza, que convicciones,
que valentía.
Entrego
este testimonio como un homenaje a estos muchachos y muchachas que nos
están dando una lección de lucha, que son la muestra más clara de que lo
que hemos hecho y hacemos en la defensa de los derechos no es en vano. Y
es que hay que seguir educando en las bases sindicales, porque los
trabajadores son padres y esos padres van a ir entregando lecciones
diarias a sus hijos, hijos que lucharan por hacer realidad tantos
sueños, transformándose a su vez en educadores de los futuros defensores
de los derechos de los oprimidos y abusados.
Esta denuncia a la brutalidad se refuerza con lo sucedido el 21 de mayo.
Un estudiante gravemente herido y los pacos diciendo que el guanaco es para disuadir.
¿Y
serán sancionados los infelices que dieron de palos y golpearon con el
escudo a una joven que nada les hacía?. Al igual que en dictadura, los
pacos hacen y deshacen, la diferencia es que los figurines de entonces
que pedían sanciones, hoy guardan cómplice silencio.
¿Se
puede esperar algún castigo, si el ex sargento Miguel Millacura,
condenado a tres años y un día de libertad vigilada por asesinar al
estudiante Manuel Gutiérrez el 25 de agosto de 2011, fue premiado
por la Corte Marcial con una rebaja en su condena inicial y recibe ahora solo 400 días de reclusión menor por dicho crimen?
Seguiré
lamentando, porque creo que no le hacen ningún bien a la causa, los
destrozos en cada manifestación, pero no me pidan condenar a quienes de
la forma que sea hacen frente a estos criminales de uniforme. Son ellos,
los uniformados, los que provocan con su presencia, los que reprimen
sin razón, los que dejan hacer a los que destruyen para después reprimir
a los que manifiestan en orden y tranquilidad. Ante esa acción
desmedida de los uniformados no se puede pedir calma ni sumisión, hay
que enfrentarlos de alguna manera, como lo hicimos todos en dictadura.
Con
posterioridad al primero al primero de mayo, el sistema (sindicalismo
oficialista, ministros y parlamentarios) se la jugaron por apoyar las
reformas laborales, incluso dieron señales de que algunos de los
elementos calificados como vitales serían evaluados e incluso mejorados
con indicaciones.
Se
produjo el cambio de gabinete, se suspendió la tramitación del proyecto
por algunos días y el nuevo ministro de hacienda ha entregado por fin
la opinión del gobierno.
No
habrá negociación por rama, ni piso real en la negociación colectiva y
se mantiene a rajatabla la imposición de los pactos de adaptabilidad.
Los empresarios presionan, el gobierno dice que mantendrá el proyecto
original.
El
acuerdo político entre el gobierno y la CUT (que no es otro que el
proyecto original) es ratificado por el ministro de hacienda y ahora lo
único que queda al oficialismo sindical es convocar a los trabajadores a
movilizarse. La pregunta es ¿a que?.
¿A defender el proyecto de reformas que aprobaron las direcciones políticas de la Nueva Mayoría con la CUT?.
Nosotros
reiteramos el llamado a los trabajadores a desoír esa música pues no
tiene futuro. Hay que coordinar acciones que superen el rechazo a las
reformas, hay que levantar un Pliego Básico de los Trabajadores que
considere las aspiraciones mínimas como son locomoción colación,
gratificación garantizada, no pago ni descuento por seguro de cesantía.
No
hay que perderse en la letra chica. No hay que defender el maquillaje
que desean hacer al Código del Trabajo. Hay que salir a promover la
organización y la presentación de proyectos colectivos en base al Pliego
Básico.
Solo una clase organizada puede confrontar y provocar derrotas al capital.
Un
solo ejemplo de lo que es y será la ley laboral. Los trabajadores de
Textil Flores iniciaron su huelga el 11 de mayo, denunciaron la
contratación de reemplazantes, se fiscalizó recién el 14 de mayo, se
llama a conciliación, la empresa se niega a sacar a los rompehuelgas, la
Inspección llevará el caso a tribunales, el fallo no saldrá antes de 15
días, la huelga se va a la mierda.
Y
la prensa difunde y difunde problemas en los cajeros automáticos, por
la huelga de los trabajadores de Prosegur y Bricks, y manda sus móviles a
entrevistar a la gente que no puede sacar plata. ¿Por que mejor no
visitan a las familias de los huelguistas, porque no muestran las
demandas de los trabajadores y denuncian las actitudes de la patronal?
La
huelga de estos compañeros es justa y nuestra obligación es visitarles,
entregar solidaridad y esperar que no rindan sus banderas.
Para el cierre un cogollito.
Una información de quepasa.cl
deja en claro la plena vigencia del dicho popular “para hablar y comer
pescado……….” El defensor de la probidad y las buenas costumbres, el que
nunca se equivoca, dejó de ser ministro del trabajo y lo premiaron con
una suplencia en Aguas Andinas en representación de CORFO. Se ganó una
buena cantidad de millones de pesos ¡sin hacer nada! durante varios
meses pues, como dice la información, los suplentes no tienen obligación
de ir a reuniones.
Es cierto eso señor diputado Osvaldo Andrade?, si no lo es sería bueno que lo desmintiera.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE