PULSO SINDICAL Nº 376 DEL 18 AL 31 DE MARZO DE 2019


Fui invitado por  la Red de Estudios Nueva Economía a entregar una opinión sobre Sindicalismo y cooperativismo.

Me pidieron hablar sobre algunos momentos de la historia del sindicalismo, además de vincular de alguna manera el sindicalismo con el cooperativismo.

Me parece un tema interesante que deben considerar trabajadores y dirigentes y por eso utilizo el espacio del Pulso Sindical para difundir la presentación.

 
 
Los individuos tempranamente se dieron cuenta que la individualidad era compleja, que muchas de las cosas en su vidas tenían una mejor perspectiva si cooperaban unos con otros. El abuso era absoluto y solo les quedaba unirse, analizar, ver como cooperar entre sí.

La cooperación es el conjunto de acciones y esfuerzos que, conjuntamente con otro u otros individuos, realizamos con el objetivo de alcanzar una meta común”.

La organización de los trabajadores proviene de este ejercicio de cooperación, pero no se llamó sindicato en sus inicios.

La historia relata como la gestión y acción de un esclavo – Espartaco – llevó a la organización de miles llegando a poner en jaque a un sistema. Desarrollaron tácticas de combate, vida en comunidad, trabajaban todos para todos.

Como una cooperativa, como un sindicato.
 
Variados fueron los tipos de organización que se desarrollaron en el tiempo. En esta ocasión conoceremos algunos de ellos

Colegios de artesanos
 
Antiguos testimonios atribuyen a Numa Pompilio, segundo rey de Roma (715 a 672) la fundación de colegios de artesanos. Las más antiguas asociaciones fueron las de tocadores de flautas, los fundidores de oro, los herreros, los tintoreros, los zapateros, los curtidores, los obreros del bronce y los alfareros.

Se dice que en Egipto y Grecia también existieron colegios de artesanos, de ahí que no es aventurado considerar que estos colegios existían antes del 2.000 A. de C. No es menor el hecho de que la llamada primera huelga de la historia ocurrió en ese periodo.

“La primera huelga de la historia comenzó el 14 de noviembre de 1152 A.C. y tuvo lugar durante el reinado de Ramsés III, cuando sesenta artesanos se negaron a realizar su trabajo en el valle de los reyes. El relato de los acontecimientos fue encontrado en el papiro de la huelga que se conserva en el museo egipcio de Turín en Italia.
 
Ante todo estas asociaciones (colegios) eran mutualidades. Sus adherentes se colocaban bajo la protección de una misma divinidad y se comprometían particularmente a procurarse, los unos a los otros, una sepultura honorable.

Las guildas de mercaderes y artesanos
 
Guilda (del antiguo neerlandés gilde) es una corporación de mercaderes o comerciantes; una forma habitual de asociación durante la baja edad media. (siglos xi al xv)
Funcionaba institucionalmente de forma equivalente a los gremios de artesanos, es decir, como la reunión de un grupo de personas que comparten una actividad común, eligen cargos directivos, se dotan a sí mismos de reglas determinadas que obligan a todos ellos y comparten los mismos derechos o libertades.
Clotario Blest decía que una de las formas de organización que más le había impresionado eran estas.
Se encargaban de regular la competencia entre los miembros del mismo oficio.
*prohibieron el trabajo nocturno
*prohibieron la publicidad, incluso estornudar para llamar la atención de los clientes.
*los precios estaban fijados.
*se preocupaba por el bienestar de sus miembros, usaban una caja donde estos aportaban una contribución, la cual se usaba para pagar sus funerales.
*vigilaban la moralidad de sus miembros castigando a los usureros y ludópatas.
*financiaban escuelas para sus niños de sus miembros, siendo el 1º ejemplo de educación primaria no dirigida por la iglesia católica en occidente.
*se encargaban de la limpieza de sus calles.
 
Los gremios
 
Los gremios eran corporaciones de trabajadores integradas por artesanos de un mismo oficio, cuyo fin era defender sus intereses profesionales.

Entre sus objetivos estaban conseguir un equilibrio entre la demanda de obras y el número de talleres activos, garantizar el trabajo a sus asociados, mejorar su bienestar económico y los sistemas y técnicas de aprendizaje del oficio. en cierto modo, los gremios fueron un precedente de los colegios profesionales y de los sindicatos modernos que agrupan a individuos de la misma profesión.

Al igual que los instrumentos anteriores, también disponían de ayuda y apoyo para sus integrantes.
 
Los sindicatos
 
Las primeras manifestaciones del movimiento obrero se plasmaron en el ludismo: la destrucción de máquinas, a las cuales se las responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano.

La primera forma organizativa del movimiento obrero recibe el nombre de societarismo, ya que se basó en la formación de sociedades obreras de dos tipos: las sociedades de ayuda mutua y las sociedades de resistencia, así llamadas porque su finalidad era "resistir" al capitalismo.

En los primeros decenios de la industrialización se produjo una degradación de las condiciones de vida de los trabajadores: Aumento de la jornada laboral. Pérdida salarial. Generalización del trabajo infantil y femenino. Negación ante la ayuda económica para enfermedades, paro forzoso o vejez.
 
Por todo esto se crearon los sindicatos en los que se reunía la gente trabajadora de un mismo oficio para defender sus reivindicaciones mediante huelgas.

Constituían sociedades de ayuda mutua, las cuales disponían de cajas comunes con capital proveniente de las cuotas de los asociados.
 
Cuando se dieron cuenta que dicha forma orgánica no era suficiente y no pondría fin a las penurias, comenzaron los sindicatos a jugar su rol más importante. Confrontar al patrón y demandar mejoras económicas y sociales.
 
Queda claro entonces:
 
1.- Desde siempre quienes trabajan desarrollan instrumentos para no estar solos.
 
2.- El grueso de estos instrumentos, hasta la introducción del capitalismo tienen como objetivo la ayuda mutua, generación de recursos por adhesión y apoyo a quienes lo  requieren, mas no se fijan como objetivo cambiar el sistema que los oprime
 
3.-. Con la industrialización se minimiza el trabajo artesano, se desarrollan las industrias, aumenta la precarización y las necesidades, los explotados generan su movimiento y este da forma a los sindicatos, para canalizar las exigencias hacia el patrón.
 
Chile
 
El primero de los instrumentos de organización conocidos es la sociedad de la igualdad (1850) que entre sus objetivos contemplaba la creación de escuelas gratuitas, baños públicos, bancos de obreros, montes de piedad, etc. Se iniciaron las clases de inglés para obreros, también de economíamúsica y aritmética, entre otras asignaturas.

Los montes de piedad eran entidades benéficas donde los pobres podían obtener sumas en metálico empeñando sus pertenencias y así satisfacer sus necesidades más primarias. 
Atendían las demandas de las clases sociales más necesitadas de protección, a través de la concesión de préstamos gratuitos sin interés, garantizados con alhajas y ropas, e intentando con ello suavizar los abusos de la usura
 
Las mutuales

De forma solidaria, las mutuales y sociedades de socorro mutuo reunían sumas de dinero -a partir de la cotización directa de sus miembros, por lo general agrupados por tipo de oficio o lugar de trabajo- que les permitía cubrir los gastos de enfermedad, invalidez o fallecimiento de sus cotizantes.


“Las sociedades de socorros mutuos, constituidas durante la segunda mitad del siglo xix  fueron las primeras organizaciones de la clase trabajadora. Inicialmente en su seno agrupaban  principalmente a artesanos, imprenteros, carpinteros, zapateros sastres, relojeros, herreros.”

*Luis Vitale interpretación marxista de la historia de chile tomo v página.43
 
Las mutuas tuvieron su importancia en aliviar la miseria - tanto como podían dentro de su manera limitada. a pesar de la desgracia, el apoyo al mutualismo creció y más sociedades fueron forjadas por comercios individuales.

*mutualismo chileno.” www.mutualismo.cl
 
Ninguno de los instrumentos de ayuda y organización que hemos visto en los que participan trabajadores, y que se desarrollan hasta fines del siglo XIX, tiene como objetivo la confrontación con el capital (que es responsable de sus pesares)  y solo apuntan a ayudar a quienes están en desgracia, ayuda que es insuficiente y no permite el cambio de condiciones de vida en la mayoría.
 
En este periodo de tiempo, en nuestro país se generan 2 tipos de organización que van en una dirección contraria a las mutuales
 
Las uniones de protección del trabajo
 
Son organizaciones diferentes a las mutuales y una de sus principales diferencias la marcan en la necesidad de resistir al abuso patronal. Sus promotores plantean que:  “.sin ella (la resistencia al abuso) no hay emancipación posible para la clase obrera”, y sostienen que “las reformas políticas, cualesquiera que estas sean no lograran jamás sacar al pueblo de la miserable condición en la que vejeta  por espacio de siglos”

La primera de estas uniones se llama “sociedad protectora de cigarreros” y se funda en  septiembre de 1890. En febrero de 1892 nace la “sociedad protectora del trabajo de zapateros”. Durante el transcurso de  1892 surgen sociedades de este tipo en los gremios de pintores, albañiles, mecánicos y otros.

En mayo de 1892 nace en Valparaíso la Unión Marítima, definida como organización de resistencia y protección, la que en su proclama de fundación dice: “Compañeros, es preciso que nos unamos, es preciso que nos convenzamos que si nosotros mismos nada hacemos por mejorar nuestra triste situación uniéndonos, siempre seremos esclavos del capitalista, siempre seremos la bestia de carga de los malos patrones  y nuestras familias siempre estarán en la miseria”

*El anarquismo y el origen del movimiento obrero en chile, Alvaro Vivanco Eduardo Miguez, pag.28
 
Quizás si una de las principales debilidades de estas organizaciones así como la de las sociedades en resistencia sea la poca duración de las mismas, la mayoría no están vigentes más allá de 2 o 3 años.
 
Las Sociedades en resistencia
Consistían en asociaciones de obreros y artesanos, que buscaron ser independientes de las relaciones entre el estado, los empresarios, el capital y las leyes.

Sus objetivos eran organizar a los trabajadores en confederaciones gremiales o regionales, dotarlos de un fuerte sentimiento de conciencia de clase y coordinar una huelga general insurreccional.

Constituyeron las primeras organizaciones de artesanos y obreros industriales del país y sus métodos conspirativos contra la empresa y el estado, van a repercutir en el accionar de otras organizaciones laborales durante todo el siglo xx.           
 
Las mancomunales
 
Fue en 1900 cuando se hizo el intento más serio  de formar una organización de la clase obrera chilena. Es entonces cuando nacen las primeras combinaciones mancomunales de obreros que, en cierto modo, son los primeros sindicatos obreros del país.

Son los trabajadores del mar en los puertos nortinos quienes primero le dan forma, luego se extenderá  al interior en la pampa.

“Organiza a los obreros, dirige su movimiento fomenta la solidaridad y protege a sus afiliados con ayuda asistencial, abre escuelas y trata de alejarlos de los vicios  por intermedio de las filarmónicas, que son centros sociales y artísticos.

Es un feliz intento de armonizar  la tradición mutual que imperaba hasta esa fecha y las nuevas necesidades  mediatas e inmediatas del movimiento proletario”.

* Historia del Movimiento obrero chileno - Fernando ortiz pagina  191
 
Las mancomunales son definidas como una amalgama entre el trabajo de las mutuales y las sociedades en resistencia
 
Los sindicatos
 
Claramente en chile hoy coexisten 2 visiones mayoritarias, respecto de lo que es el rol de la organización sindical. 

Una, aquella que recoge el planteamiento de que el sistema en que vivimos es inmutable y que solo puede ser mejorado, para lo cual el dialogo y los acuerdos sobre algunas cuestiones son fundamentales.

Para esto se requiere de diversos apoyos y asesorías y los trabajadores no son el centro de la gestión de la organización.
 
Otra posición, a la que adscribimos y difundimos, sostiene que:

Los sindicatos son las herramientas sobre las que descansan las aspiraciones obreras, sociales y económicas, de corto mediano y largo plazo, y que esos sindicatos deben ser escuela de trasparencia, promotores de la solidaridad – interna y externa – y trabajadores incansables en la concientización de la clase trabajadora.

Los trabajadores tienen la obligación de estudiar su realidad, estudiarla hasta llegar a comprender que sus problemas no serán resueltos con las normas existentes de negociación colectiva que llevan a muchos a poner énfasis en bonos de termino y algunos beneficios, que no mejoran efectivamente ni sus remuneraciones ni su condición de vida.
 
Somos parte de una clase social y que nos asiste el derecho a exigir a la otra clase social existente, respuestas concretas y efectivas a nuestras demandas. Y cuando la exigencia se crea agotada en el plano de la empresa - trabajador, tendremos que avanzar en la lucha por el cambio de la sociedad como un todo.

Desde nuestra visión decimos que es la organización sindical la que debe representar nuestras demandas, ante el patrón y ante el estado.

El sindicato debe volver a ser un instrumento de gestión y acción, que no entrega la tarea a asesores externos, salvo aquellos que provee la organización a la que está adscrito.

Debe apoyar su actuar en profesionales clasistas, que entreguen a los socios el apoyo necesario cuando hay que defender los derechos en las distintas instancias judiciales.
 
Está acotada síntesis expone en trazos muy generales algunos elementos de la historia de los trabajadores. En esa historia tienen su lugar las cooperativas y por lo mismo la parte final de esta exposición apunta a buscar algunos puntos en común entre ambos espacios.
 
En lo personal creo que los trabajadores tienen el derecho pleno de construir todos aquellos instrumentos que les permitan mejorar sus condiciones económicas y sociales, sin renunciar a su aspiración de  una nueva sociedad que termine con las inequidades.

Sociedad que no se podrá construir mientras el patrón sea el capital y sus sistemas de gobierno.
 
En más de una ocasión hemos analizado la posibilidad de construir  algún instrumento de ahorro y préstamo que nos pudiera permitir cubrir algunas necesidades urgentes, sin caer en el lucro ni el abuso.

Como CGT hemos invertido más de 150 millones de pesos para construir un centro recreacional, en el que pueden disfrutar de algunos días de vacaciones los asociados a los sindicato y sus familias, a valores mínimos. Los ingresos por el uso se reutilizan en la implementación de mejoras y sirven también para apoyar la gestión sindical.

Ciertamente no es una cooperativa, pero cumple un objetivo claro. Dignifica a la clase.    
 
Dice una definición que el sindicalismo es la parte del movimiento obrero que se organiza en sindicatos para obtener de los patrones respuestas a sus demandas económicas.
 
A su vez el cooperativismo es presentado como un movimiento que tiene dos vertientes.

El cooperativismo de trabajo, cuyo objetivo  es proveer y mantener  a sus socios  de puestos de trabajo a tiempo parcial o completo  a través de la organización en común,  de la producción de bienes o servicios para terceros.

Algunos ejemplos de esto se ven en argentina con la puesta en marcha de empresas quebradas, relanzadas por sus trabajadores. Desconozco si en chile se ha vivido ese proceso.

Otras formas de cooperativas es aquella en las cuales existe una relación de dependencia  entre quienes trabajan y la cooperativa.  Colun, Pisquera del elqui, y hace muchos años la cooperativa ferroviaria, entre otros ejemplos.
Claramente no es un instrumento al que pudiéramos difundir y promover
 
Cuando busqué material para preparar este trabajo, me encontré con una serie de valores que son propios de las cooperativas. Ciertamente que dichos valores deben ser atingentes a las “cooperativas de trabajo”, espacio en el que se supone no hay apropiación indebida de la fuerza de trabajo.
 
Me parece que el sindicato - organización actualmente en crisis -  debe reconocerse en estos valores que por lo demás son parte de su propia génesis y retomar un camino que ha quedado trunco.
Esto no es un llamado para que el sindicato se transforme en una cooperativa, pero debe volver a la huella marcada por sus antecesores para recuperar la confianza de la clase trabajadora.
 
Cuales son aquellos valores de los que hablamos, valores asignados a las cooperativas pero  que debieran ser parte vital en la gestión de cualquier grupo humano cuya definición sea servir y no servirse de sus representados?  Veamos algunos de ellos que se podrían aplicar en el trabajo sindical.
 
*El apoyo mutuo, ya que la finalidad de una cooperativa es actuar en conjunto para perseguir la resolución de problemas comunes.
Vital para estructurar una buena organización sindical, pero no siempre se practica.
 
La democracia directa en los procesos de toma de decisiones relacionadas con la gestión de la cooperativa, los cuales deben ser colectivos e incluir a todos los asociados a través del protagonismo y la participación;
 
En el sindicalismo este valor generalmente se da en la organización de base y casi siempre para la elección de dirigentes y las decisiones en la negociación colectiva. Poco se aplica, por desidia de los trabajadores, en el trabajo diario de la organización.
 
El esfuerzo propio, entendido como la fuerza de voluntad y la motivación de los integrantes, siempre con la vista puesta en la consecución de los objetivos previstos;
Los trabajadores no participan ni activan su organización, solo esperan de ella resultados, principalmente de corte económico. Los dirigentes no siempre se la juegan para motivar
 
*La equidad en el reparto de los beneficios. los excedentes deben ser distribuidos de forma justa e igualitaria entre los integrantes de la asociación;
La organización sindical no genera beneficios para sus asociados respecto de la cuota que estos pagan. Sin embargo la gestión con estos recursos está marcada por el mal uso y la poca claridad. Mas se ve a la organización como una cuenta de ahorro
 
La igualdad entre los asociados, que tienen los mismos derechos y las mismas obligaciones y son libres para adherirse y retirarse de la asociación cuando deseen;
Los dirigentes sindicales abusan de su condición y se sitúan  por sobre los asociados, trabajando a veces para su propio beneficio.
 
La solidaridad también puede mencionarse como un pilar del cooperativismo.
Estas asociaciones deben servir para solucionar inconvenientes de sus socios y de sus familias, pero también de la comunidad en la cual están insertas.
La solidaridad es uno de los mayores valores perdidos o casi abandonados por el movimiento sindical
 
No dispongo de elementos para establecer si dichos valores son aplicados a cabalidad por las cooperativas de trabajo, pero es claro que son una guía que no debe desconocerse.
 
Habrá que analizar en profundidad el rol de las cooperativas de trabajo, y la posibilidad de que en el seno del movimiento sindical se puedan desarrollar como un instrumento que posibilite la respuesta a algunas necesidades e inquietudes de los trabajadores.

Pero de la misma manera hay que entender que cualquier instrumento que se construya desde la organización debe ser para servir y no servirse de los trabajadores, sin olvidar jamás que estos son parte de una clase y que su objetivo definitivo es el cambio social, el término de la hegemonía del capital.
 
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario de la CGT CHILE
Presidente de la Central Clasista