La
Intendenta de Santiago y los medios de comunicación han mentido
descaradamente, con ocasión de la jornada de movilización de la Central
Clasista el recién pasado Primero de Mayo. Creemos que esto tiene un
trasfondo oculto, que no ha de ser otro que buscar penalizar con medidas
rigurosas a quienes convocan a manifestaciones que son contrarias al
gobierno de turno.
Como
en dictadura, cuando solo había espacio para los servidores de Pinochet
que contaban con la Secretaría General de los Gremios, mientras quienes
estábamos en la Coordinadora Nacional Sindical y otros referentes
éramos duramente reprimidos. A la Intendenta Rubilar y a los medios de
comunicación es bueno recordarles y decirles algunas cosas.
1.- El primero de mayo, en todo el mundo, se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores.
Ni fiesta ni celebración. Es la conmemoración de una fecha
internacional, vinculada a la consecución de una larga aspiración
obrera: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de recreación.
Eso y no otra cosa es lo que se recuerda cada 1° de mayo.
2.-
No podemos sino reclamar por la discriminación y sesgo con que la
Intendenta y los medios de comunicación se refieren a las 2 marchas
realizadas el día 1° de mayo.
Por
un lado los niños obedientes, los alumnos aplicados que nunca hacen
problemas y por otra los desadaptados, los desordenados del curso, que
“por suerte” son rápidamente disuadidos de su mal actuar gracias a la
represión selectiva de la policía.
Es
la reiteración del discurso instalado por los gobiernos y hecho suyo
por los medios que dice “que si algo se hace con respeto y sin salirse
de los marcos establecidos nunca tendrá problemas”.
3.-
No está para nada claro quien o quienes están detrás de hechos
francamente menores, amplificados por los medios de comunicación y que
provocan la aparición de verdaderas hordas de policías, que reprimen a
diestra y siniestra, pero que jamás detienen a ninguno de los
responsables directos y terminan encarcelando a participantes activos o
presenciales de los hechos. Más de una vez se ha denunciado y expuesto
pruebas, de la presencia de infiltrados en las marchas y otras
actividades de los opositores al sistema pero las autoridades y los
medios de comunicación prefieren ignorar esos llamados de atención.
Sin
ir más lejos las redes sociales muestran el 1° de mayo a un encapuchado
que pasa tranquilamente por entre los policías, que paradójicamente
están reprimiendo a encapuchados.
4.-
Quienes militamos en la CGT y otras organizaciones del CIUS y que
participan de la propuesta CCT no somos disidentes de nadie ni
alternativos a nada.
Somos
trabajadores cansados de ser abusados, testigos de cómo los distintos
gobiernos mienten por igual mientras nos privan de nuestros derechos y
que reconocemos en la CCT el instrumento para terminar con tanta
discriminación. Nada más claro y simple que eso.
¿Tanto cuesta entenderlo al gobierno, la Intendenta y los medios de comunicación?
5.-
Quienes marchamos ayer junto a nuestros hermanos y hermanas de otros
gremios, además de muchas organizaciones sociales, lo hicimos con una
profunda convicción clasista.
No
nos molesta para nada la participación de movimientos y partidos
políticos, colectivos de aquí y de allá. Todos son libres de participar
si así lo sienten, lo único que nos interesa dejar claro es que nada ni
nadie podrá jamás hegemonizar o distorsionar las demandas y las luchas
de la clase trabajadora.
.
6.-
Que quede claro. No fuimos 500 como dijo un periodista de Megavisión
ni los 2.000 que nos otorga la intendenta. Somos miles y miles los que
decimos con fuerza que las demandas de los trabajadores y el pueblo son
irrenunciables, no están sujetas a negociación y serán luchadas hasta
verlas concretadas.
No
somos violentistas ni salimos a destruir, como dijeron los otros medios
de comunicación y la intendenta Rubilar. Pero tengan por seguro que no
aceptamos ni aceptaremos que bajo cualquier subterfugio nos vengan a
reprimir. No lo toleramos en dictadura, pese a los enormes costos
pagados, ni lo toleraremos en esta democracia blandengue. Tenemos el
derecho de expresarnos cuando y donde queramos, respetando a los demás
como siempre lo hemos hecho y no renunciaremos a él.
7.-
No fueron los dirigentes y trabajadores de la CGT, ni de las
organizaciones del CIUS, ni de los que día a día se van sumando a la CCT
quienes iniciaron los desordenes que permitieron la brutal represión
policial. Somos testigos de la presencia amenazante del dispositivo de
la policía a menos de 200 metros de donde estaba el escenario que
recibió a la marcha clasista, así como todos los medios son testigos del
enorme operativo instalado para reprimir a una de las marchas
conmemorativas del primero de mayo, la nuestra..
Mientras
todo marchaba tranquilamente y escuchábamos el discurso, llegó un móvil
policial desde el cual bajaron 4 a 6 policías con escudos, y sin
apellido visible en sus chaquetas, se pasearon frente a los
manifestantes, se volvieron a meter al carro y se marcharon. Como llamar
a eso. ¿Control preventivo o provocación?
De
hecho en el escenario y a todo lo largo de calle Matucana hacia el
norte no hubo ningún desmán ni confrontación entre policía y
manifestantes, hasta después de que termino el número musical de cierre.
8.-
El gobierno, las policías, la Municipalidad y la Intendencia tienen
todas las herramientas para cercar y detener a quienes ocasionan
disturbios. Con regularidad muestran por la TV la enorme capacidad de
sus cámaras puestas por todos lados y desde donde pueden seguir hasta a
una ratita y sin embargo no lo hacen. No lo hacen porque esa gente le
sirve a los que reprimen y censuran. Con esas imágenes – que no son el
común de nuestras manifestaciones y sin embargo son lo único que se
muestra – nos cuestionan, nos descalifican y nos reprimen.
Señores
periodistas, señora intendenta, autoridades de todo tipo. Aunque lo
nieguen, hay miles de testimonios de la marcha clasista del 1° de mayo,
alegres y festivos, de profunda convicción. Son las que indican el
camino a los que aún dudan de la urgencia de desprenderse de los miedos.
Seguiremos trabajando por que pronto sean decenas, centenas, miles los
actos del clasismo que se realicen en todo el país.
En
algún momento deberán romperse los sellos de la censura y la
discriminación. Mientras eso suceda seguiremos trabajando sin descanso
por mostrar la verdad.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE