Algunas autoridades gubernamentales, particularmente quienes prestan sus servicios en el ministerio y la dirección del trabajo, así como la seremi metropolitana de salud y el ministerio de transportes, tienen particular predilección por hacer su trabajo, o al menos parte de él, acompañados de bastantes medios de comunicación.
La ciudadanía es testigo privilegiado de cómo se constatan anomalías y de la disposición de dichas autoridades a fiscalizar el cumplimiento de las normas laborales en todo lugar donde estas se produzcan, “caiga quien caiga”.
Primero fueron las terminales del Transantiago que carecían de servicios higiénicos dignos, luego los buses interprovinciales – en especial la empresa Tur Bus, después fue la empresa Fruna y hace algunas semanas algunos “café con piernas”. Sin embargo hay un problema que no es menor y al que nadie pone atención.
¿Qué pasa después de la difundida fiscalización?.
Cuales son los resultados efectivos de las mismas?,
¿Se cumplieron las sanciones cursadas y se constató una mejora del ambiente laboral luego de los controles efectuados? .
En aquellos lugares donde había sindicato, ¿Cuál es la evaluación de estos respecto de las fiscalizaciones, como es el comportamiento actual de los patrones, tienen los trabajadores una mejoría real en sus condiciones laborales?
Carecemos de antecedentes para emitir un pronunciamiento, pero contamos con varias denuncias de abuso en los que no solo no ha habido preocupación de las autoridades, hasta el extremo de que no hay fiscalizaciones y los patrones siguen con su practicas abusivas.
Lo sucedido en la empresa BOSCA, en huelga al cierre de este despacho, es una muestra cierta de lo que planteamos. Allí se produjo el ingreso de rompehuelgas y un abogado en la Inspección del Trabajo informó a los dirigentes, que no se podía fiscalizar este grave incumplimiento patronal HASTA DENTRO DE 3 SEMANAS. Más allá de que logramos revertir la situación, queda claro que no existe una política de control al abuso y como hemos dicho antes, en el caso de las huelgas se da el absurdo de que no se saca a los rompehuelgas ni se sanciona al patrón infractor.
En la prensa apareció en días pasados una información que decidimos destacar en este comentario, no tanto por los actores en ella involucrados - que no tienen ningún valor mas allá de ser figurines para servir la necesidad de entregar pan y circo a la población – sino porque de ser cierto lo que en esta información se expone, estaríamos ante una aberración impresionante que debe ser fiscalizada y los resultados difundidos, con el objetivo que los trabajadores tengan certeza de cuales son los mínimos derechos que les asisten.
Dice el diario La cuarta del 7 de Marzo (17,41hrs) refiriéndose a Valentina Roth y Claudio Valdivia, quienes se retiraron de un establecimiento gastronómico sin pagar una cuenta por consumo: “No he tenido tiempo para acercarme al local (restaurante La Tuna) para hacer entrega del dinero", dijo Claudio Valdivia. "Estoy esperando que me hagan llegar la boleta para así pagar y darle a la mesera de la propina que merece". Dice La Cuarta "Sobre su atraso, el cabro se sacó los pillos afirmando que "no tuve tiempo. Yo estaba esperando a que la niña me mandara la cuenta. En eso habíamos quedado". Lo malo del asunto es que la mesera tiene retenido su sueldo hasta que no aparezca la platita”.
¿Qué significa esta aberración? A ningún trabajador se le puede retener su sueldo si el cliente se fue sin pagar.
Lamentablemente no es un caso aislado, aún hoy se sanciona a los trabajadores por el robo de los ceniceros (el cliente se llevó un souvenir), se les retienen las propinas cuando estas están en una tarjeta de crédito o se les descuentan los cheques cuando salen sin fondos, a pesar del control que la propia empresa hace sobre estos documentos.
Dicen las organizaciones patronales que son sobre 160 mil los trabajadores vinculados directamente al sector turismo, siendo casi un 45% de ellos del sexo femenino.
Por eso resulta una aberración que en muchos lugares las mucamas deban hacer entre 14 y 20 habitaciones por día y que se encuentren sujetas a jornadas de trabajo de 12 horas diarias por 5 días en la semana según establece el articulo 27 del Código del Trabajo.
Lo mismo ocurre en el caso de garzonas y trabajadoras del aseo en los hoteles y restaurantes.
Esperamos que las mismas autoridades puedan ahora preocuparse de este gran número de mujeres que también tienen el “dudoso privilegio legal” de jornadas de mas de 45 horas semanales, dentro de las que se encuentran la mucamas y garzonas.
La intendenta de Santiago luciendo sus piernas en una moto, el gobierno montando un show donde el plato fuerte fue un repetido cantante de moda.
Y las demás que?.
Sigue la explotación, sigue el abuso, sigue la represión. Por eso preocupa que se mantenga inalterable esa mala costumbre de acumular nombres y siglas a una convocatoria, que termina siendo la nada misma cuando de pesarse en la calle se trata.
¿Como van a movilizar 2.000 o 3.000 o 5.000 voluntades, organizaciones sindicales sociales y políticas cuya representación, según ellos mismos dicen, suma cientos de miles?.
Es el reflejo de la crisis que todos se resisten a reconocer y que los obliga a desarrollar su trabajo ensalzando figuras, que por muy grande que sea o haya sido su aporte a la causa no dejan de ser solo eso, individualidades.
Sabemos que en distintos lugares se hicieron actividades de difusión y educación, solo esperamos que todas sean difundidas por la prensa alternativa que generalmente brilla por su ausencia, es claro que hay actividades y estas deben multiplicarse.
No hay nada que celebrar y si mucho por lo que luchar, dicen las mujeres.
Adelante entonces con este desafío.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE