El
golpe de estado en Chile, es la consecuencia de la incapacidad política
de la derecha fascista y la Democracia Cristiana, de terminar con el
gobierno de Allende en las parlamentarias de Marzo de 1973.
En
efecto ambos sectores unidos en la CODE, junto a un grupúsculo llamado
Partido de Izquierda Radical (PRI), además del Comando Rolando Matus y
Patria y Libertad - estos últimos grupos de choque y criminales a sueldo
pagados por la derecha - , se habían jugado todas las fichas esperando
tener una mayoría suficiente en el Congreso para destituir al presidente
Allende.
Para
lograrlo hicieron de todo. Provocaron desabastecimiento, pusieron
bombas, promovieron paros de camineros y del transporte en general,
contaron con el apoyo de un sector de mineros desclasados en El
Teniente, la subversión de los colegios profesionales, una desalmada
campaña de prensa llevada adelante por El Mercurio y todos sus
servidores. Casi ningún sector vinculado a la burguesía y al capital
estuvo ausente en esta gigantesca campaña de desinformación,
descalificación y sabotaje abierto.
Que
les pasó en Marzo del 73? No solo no consiguieron los tan anhelados 2/3
delos votos, sino que vieron con espanto como la Unidad Popular, pese a
algunos errores y desaciertos - que aún en todos estos años no se han
aclarado lo suficiente - aumentaba su votación respecto de 1970 en más
de un 8%, llegando a superar el 44%. Era imposible la acusación
constitucional, había que ir por el presidente y sacarlo a sangre y
fuego. Junto con ello eliminar de raíz a todos aquellos que difundían y
defendían su ideario.
Esta
y no otra es la razón del GOLPE DE ESTADO y no puede olvidarse, por
mucho que vayan pasando los años e intenten cubrirlas con un manto de
olvido.
Las
declaraciones de ex comandantes en jefe, los paros del transporte y
toda esta alharaca ante cualquier cosa que pueda tocar al capital, son
una muestra de que ellos son demócratas cuando les conviene y gorilas
cuando les tocan sus intereses. Por eso es que no vale ir por ahí de
componedores o promotores permanentes de consensos y acuerdos, que no
van en la dirección correcta.
Por
eso que aprobar leyes que poco o nada ayudan a los más golpeados por el
modelo, no son el camino a seguir. Más que aportes parecen
conciliaciones asquerosas y eso no es bien visto en quienes tienen una
historia plagada de dolor.
Y no vengan con el cuentito de que están dando tales pasos para afianzar posiciones.
Hasta
ahora lo único que han conseguido, es que el riquerio y los poderosos
perciban que les basta mover algunas piezas de su maquinita y amenazar
con la penas del infierno para que todo se detenga. No se construirá una
sociedad nueva con tanto abandono ideológico. No habrá un país mejor si
los dueños del capital tienen carta blanca para hacer y deshacer.
El
mejor homenaje a los que han caído es mantener las banderas al tope,
sin abandonar el ideario, además de educar y organizar para dar las
luchas y ganarlas.
Ir
a los lugares de trabajo, no a endiosar a los que cayeron que fueron
todo menos dioses, y exponer a los explotados las normas legales que
había hasta 1973, porque pese a que no eran el todo, eran mejores que
las que tenemos hoy, 44 años después del golpe de estado.
En
el CIUS lo tenemos claro y también en la CGT, por lo que cumpliendo
este compromiso con la historia, recorrimos las calles del centro de
Santiago bajo la consigna “NO PODEMOS OLVIDARLOS”. Nada ni nadie está
olvidado, y cuando no estemos habrá otros que se encargaran de tener la
antorcha encendida y en alto.
HONOR Y GLORIA A LOS MARTIRES DEL PUEBLO A 44 AÑOS DEL GOLPE.
A
914 metros sobre el nivel del mar, está la cima más alta del cerro
Chena, coronada con algunas torres que encienden lucecitas rojas cada
noche.
Es una señal para los aviones que se acercan, me han explicado los entendidos.
Yo
quiero seguir creyendo, y lo digo a quienes me preguntan, que esas
luces son la expresión perenne de todos aquellos que en ese lugar de
disfrute y descanso, fueron torturados, fusilados y hechos desaparecer.
Hoy,
a 44 años del inicio del terror uniformado, aún soy sorprendido con
muestras de la presencia de los que allí cayeron. La esposa de Ricardo
Solar Miranda llegó a mi lugar de trabajo con su cuñada. Conversamos y
lloramos juntos. Aunque vive en Bruselas cada cierto tiempo viene a ver a
sus familiares y pudo escuchar de mis labios algo de las últimas horas
vividas por su esposo, porque yo estuve con él en el Chena.
Hace
algunas horas he conversado con una nieta de Arturo Koyck, uno de los
11 ferroviarios fusilados y le relato lo que pudimos vivir y sentir ese
29 de septiembre en la Escuelita del cerro chena, único día en que
fuimos autorizados a estar sin vendas.
Por
eso es digna de destacar la pelea de algunas de las hijas de los
fusilados. No quieren ni crucecitas ni actos de reconciliación, demandan
juicio y castigo. Es mucho pedir?
Ellas
y otras personas que las apoyan, batallaron por años para que algunos
lugares del Chena fueran reconocidos como sitios de memoria y aunque lo
consiguieron, el EJERCITO DE CHILE, el mismo que mató a sus padres, hoy
quiere revertir por la vía judicial una resolución histórica.
La
“escuelita", es el primer lugar de detención y tortura en San Bernardo y
estuvo operativo hasta la madrugada del 30 de septiembre de 1973. Por
allí pasaron, entre otros, los fusilados de Paine y de la Maestranza de San Bernardo.
Por
eso no queda más que rechazar la pretensión del Ejercito de revertir la
declaratoria de "monumento histórico, sitio de memoria", dictada para
el portal de entrada y la escuelita, por el consejo de monumentos
nacionales, el 28 de junio de este año.
Es una pelea en la que todos debemos participar.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE