Muchas y
variadas son las cuestiones que hemos dejado de comentar en estas
semanas. Hechos que se han ido produciendo (SENAME, SERVEL, FEMICIDIOS,
entre otros) y que en algunos casos pasaron por el lado y no concitaron
siquiera una opinión de la clase y de quienes hacen parte de su
dirección.
No estuve ajeno
a este descuido, aunque igual pude conversar con muchas personas sobre
lo que está pasando, en el contacto diario que sosteníamos entre las
22.00 de un día y las 01.00 del día siguiente, mientras recorría las
calles de San Bernardo.
Seguí siendo el
presidente de la CGT durante el día, atendiendo junto a otros
dirigentes problemas de despido, orientando reclamos por derechos,
apoyando las negociaciones colectivas y participando en asambleas, pero
quité tiempo al descanso e hice otras cosas.
Espero acepten
mis disculpas por haber descontinuado el Pulso y déjenme explicar
brevemente las razones de este silencio a medias.
Hace algunos
meses los compañeros de los Comités Comunistas me visitaron para que les
ayudara a representar las ideas y planteamientos populares en San
Bernardo, por lo que acepté una candidatura a alcalde en mi comuna. Creo
firmemente en el uso de todos los mecanismos cuando estos permiten al
pueblo visualizar una salida. Cada contacto personal me permitió
profundizar en el ejercicio, no siempre hecho, de conocer directamente
las vivencias de los más desposeídos. Me encontré con un pueblo
desencantado y molesto, con una visión de la política distorsionada e
incluso errada, que tiene la impresión que al participar de estos
procesos solo se va en busca del beneficio personal y que de una u otra
manera uno se hace parte de sistema imperante.
A cada duda y
pregunta respondí con argumentos claros, demostré que lo que buscamos
son cambios profundos, que debemos meternos en el sistema y desde
adentro desnudar sus mentiras, proponiendo a la vez los mecanismos para
atacarlo y arrinconarlo. Sin participación no hay cambios fue nuestra
permanente argumentación y logramos instalar en decenas de personas la
inquietud por desarrollar la organización y desde allí proponer cambios.
Me emocionó por
ejemplo aquel poblador que lee nuestro Pulso Sindical, o esos otros que
a los días de conversar dieron el primer paso y eligieron en su lugar
de trabajo un delegado sindical. Como no destacar a las dirigentes del
sindicato que llamaron a sus socios a votar por mí, diciéndoles que en
la CGT habían aprendido a luchar por sus derechos.
Fue
enriquecedor vivir este proceso, ya que permitió decir lo que se piensa y
proponer caminos de solución. Recorrí las calles de la comuna de noche y
palpé el miedo que sienten aquellos que salen muy temprano o llegan muy
tarde a sus casas, tuve temor a ser asaltado y en más de una ocasión
entregue cigarrillos o algunas monedas para poder pasar por una calle.
Cuando me puse a conversar con quienes piden, sin amenazar pero con una
decisión que inquieta, me encontré con muchos desesperanzados que han
golpeado todas las puertas sin obtener nada y caen, caen hasta lo más
bajo.
Puede gustarnos
o no pero la drogadicción y el alcoholismo de muchos de nuestros
compatriotas se genera precisamente de esa desesperanza.
Converse con
las victimas del clientelismo y el cohecho disfrazado, aquellos que
dijeron van a votar por los que ya están en el poder porque tienen
acceso a mínimas granjerías que les permiten sobrevivir.
No hay buena
iluminación, las veredas y calles son una miseria, los pocos espacios de
recreación para los niños y también las áreas verdes son ocupados por
grupos con un alto nivel de agresividad y los vecinos deben vivir
encerrados.
Como terminar con esto?
No hay una
receta estándar, pero es evidente que la organización comunitaria es el
elemento fundamental para construir una vía de liberación. Hay que
activar las unidades vecinales y hacer de su contacto con los vecinos
algo permanente. No más asistencialismo intermitente (óptica,
esterilización de mascotas, uno que otro bingo), se requiere educación
en deberes y derechos, construcción de lazos entre habitantes de un
mismo sector, exigir el termino de acopios ilegales de basura, mas
luminarias entre otras cosas del diario vivir.
Los recursos
municipales deben ser destinados a la instalación de instrumentos de
apoyo al vecindario para que éste, al notar que se les está tomando en
cuenta, comience a darse cuenta de que construir una sociedad mejor es
posible y se integre a ese desafío.
Habrá un
resultado electoral que será el orientado por los medios de comunicación
y promovido por el auspicio generoso del capital. Pero ya hay luces de
cómo se viene la mano y estas luces nos indican que debemos perseverar,
seguir educando a nuestro pueblo, porque él será quien cambie el estado
actual de cosas.
Cientos de
estudiantes nos dieron la mayoría en un proceso de votación en el que se
conoció la propuesta de los candidatos. Son esos jóvenes a los que hay
que seguir motivando para que cuando les toque su momento salgan con
todo a barrer con el sistema.
Hemos
constituido y entregado a la población de San Bernardo el PASYS –
Programa de Asesoría Sindical y Social – y estamos en disposición de ir a
todas las comunas en las que se promueva entre los vecinos la necesidad
de educarse en los derechos. Todos pueden ayudar, unos promoviendo las
visitas a su comuna, población o villa, otros poniendo a disposición sus
conocimientos. Todos vamos a preparar a nuestro pueblo para que se
eduque e inicie su camino para llegar al poder, lo ejerza con sabiduría y
lo defienda llegada la hora.
En el Pulso
Extra N° 24 honramos, como en cada Octubre, a los caídos en el Chena,
uno de tantos campos de concentración, tortura y exterminio.
No sabía en ese
momento que días después visitaría, esta vez sin vendas ni perros
apurándome el paso, nuevamente ese lugar. Volví a la “casa de techo
rojo” luego de 43 años. Supe que el número de muertos en ese lugar suma
más de 100 y participe emocionado del homenaje que se rindió a cada uno
de ellos.
Escuche la
palabra de sus nietos y pude constatar como, pese al tiempo
transcurrido, ellos han tomado la posta y en sus manos enarbolan las
banderas del no olvido, de la exigencia de justicia.
NADA ESTA
OLVIDADO, NADIE ESTA OLVIDADO, se leía en ese lienzo en la explanada del
cerro, justo después de donde se fijaron las fotos de todos y cada uno
de los caídos. Ese mensaje no debe olvidarse y se debe aplicar en cada
acto de nuestra vida diaria. Y es que debemos luchar por recuperar lo
que fue nuestro, combatir los mensajes que llaman a avanzar olvidando lo
que tuvimos. Nada daremos por perdido, lucharemos por recuperar lo que
nos permitía vivir dignos, mirando de frente.
Esa y no otra, es y será la tarea.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE