Regularmente
somos sorprendidos por noticias que han sido omitidas por los medios de
comunicación o entregadas de la manera que mas acomoda a estos. Queda
muy claro que más que la obligación por reportear objetivamente los
hechos, siempre estará primero el interés por proteger al protagonista
de la noticia, si es que lo sucedido obliga a ello. En concreto, si el
infractor es un avisador habitual del medio de comunicación, se hará el
máximo de esfuerzos para que no aparezca mencionado.
De esta realidad no se escapan aquellas noticias que conciernen a los trabajadores.
En
Julio de 2014 Chilevisión impidió que un reportaje sobre las AFP
emitido en el programa “En la Mira” pudiera volver a verse en las redes
sociales, al sacarlo de la web. Lo mismo ha ocurrido con noticias
relativas a derechos humanos y conflictos laborales, en todos los
canales de TV. Si hay avisadores involucrados, hay censura
No
se habla mas de lo que ocurrió en la empresa Lider – Wallmart, que
durante el terremoto del 16-9, cerró uno de sus locales para evitar que
el publico saliera del mismo.
La Confederación Bancaria informó que “..
el Banco Santander mantiene puertas de emergencia del Call Center con
llaves y los trabajadores que están en turno, no tienen copias. (por
eso) .. no pudieron evacuar el edificio, sufriendo crisis de pánico y
sumándose a la angustia de los familiares que se enteraron de la
situación”.
Si
a esto sumamos la denuncia de Damaris Carrimam, estudiante de trabajo
social y operaria del peaje San Jose en la Autopista los Libertadores, quien
levantó las barreras del peaje para que los autos pudieran pasar gratis
y así evitar se pusieran en riesgo vidas, y a quien la acción le valió
amenazas de descuentos y la ira de su jefa de turno (The Clinic5 N° 613, página 16), queda claro que hay “noticias” y noticias.
Todos
estos hechos y otros que se irán repitiendo a futuro, permiten afirmar
con certeza que para el capital y sus servidores, la seguridad y
tranquilidad de sus usuarios y trabajadores importa poco o nada, si se
encuentran en riesgo sus ganancias.
Como
antitesis de lo anterior, tenemos la exposición agotadora y sin
contraparte de los empresarios y sus servidores, que recurren a todas
sus armas para atacar el mugroso proyecto de reformas laboral que se
discute actualmente en el Senado.
Insisten
majaderamente en el “enorme daño” que les harán las reformas y utilizan
a tipos como Rene Cortazar, ex ministro del trabajo de Patricio Aylwin,
quien junto con considerarlas deficientes llama a que se hagan
correcciones, diciendo que el mes de octubre de 2015 es “decisivo” para
lograr que en el Senado prime el sentido común.
Por
supuesto que para este señor y sus mandantes, “sentido común” significa
que se debe reconocer que lo único que vale es la opinión de los dueños
de la plata.
“Sentido
común” para Cortazar y otros como él, significa que no se debe
entrampar la gestión del empresariado con reformitas como estas, que
dejarán en la indefensión a más de 4 millones de trabajadores.
Esto también aplica al decir y al actuar de muchos parlamentarios y el gobierno.
Pese
a todas las dificultades el NO a las reformas laborales, sostenido sin
ambigüedad desde el primer anuncio por la CGT, el CIUS y todas las
organizaciones clasistas, se va abriendo paso pues se han entregado
suficientes elementos para demostrar que estas reformas de poco o nada
sirven, aunque se les hagan ajustes. La censura no ha podido evitar que
las posiciones justas se hagan notar.
Desde
este primer paso hay que ir hacía otros, teniendo como objetivo
primario la unidad en la acción. Debiesen ser muchas las voces que se
unieran a este NO y desde esa certeza convocar a un gran acto de
rechazo.
Los
trabajadores no perdonaran a quienes buscan presentar el actual
proyecto de reformas como un paso importante en el proceso de
dignificación de la clase. Estamos obligados a ir con todo a explicar
que significa esta gran estafa llamada Reforma.
¿No
hay acceso a los medios? No importa, nada puede ni debe silenciarnos si
estamos claros. Recurramos a periódicos informativos, emisiones
radiales, paginas web, diarios murales. Todo sirve para que los
trabajadores estén informados.
¿No
será bueno retomar la sana costumbre de esperar a los trabajadores a la
entrada de sus turnos y hablarles de la importancia de la organización?
Llámense
lunes rojos, martes verdes, miércoles rojo y negro, jueves proletarios,
viernes combativos, cualquier día es bueno para estar junto a los
abusados. No se olviden los organizadores de las jornadas que también
existen los sábados y los domingos. Siempre habrá trabajadores
dispuestos a aprender sobre sus derechos.
¿Cambiaron
los tiempos y ya no existe la clase obrera, por que la industria
productiva disminuye y se expanden los servicios? No se nos olvide ni
por un momento que la explotación se mantiene así como el abuso y la
discriminación.
Pudo
cambiar, y es lógico que lo hiciera, la composición, la estructura de
la sociedad, pero la contradicción principal está ahí, vivita y
coleando, esperando que la expongamos. Es Capital v/s Trabajo y será así
mientras exista capitalismo.
Nadie
que esté del lado de los trabajadores puede apoyar reformas laborales,
que hacen mierda uno de los principios fundamentales del movimiento
obrero, lanzado al mundo en ese lejano 1° de mayo de 1886. La jornada de
8 horas diarias de trabajo.
Ninguna
persona, partido o movimiento político que se defina en Chile y el
mundo como defensor de los derechos de los trabajadores, puede aceptar
que en pleno siglo XXI la jornada diaria pueda llegar a ser hasta de 12
horas por día, se trabaje 7 días continuos, se exija quórum mínimo para
poder negociar en forma colectiva, se necesite del visto bueno del
patrón para negociar cuando haya organización de interempresas y un
largo etcétera de abusos encubiertos. Y es que eso es el proyecto de
reforma laboral.
El
que lo haga, por la razón que sea, se puso al margen de la clase
trabajadora, se ha transformado en alguien poco confiable. Está haciendo
suyas las banderas de la rendición y la deserción.
Tendrán que explicar al pueblo trabajador en algún momento, el porque de esta afrenta.
Nosotros
nos encargaremos de recordárselos en todo momento y lugar. Tenemos las
herramientas para ello y las usaremos sin dudarlo.
Al
cierre, un saludo a la negociación en BancoEstado. Aunque solo se habla
del bono del bono de termino, aquí está la muestra que la unidad es
factor principal, todos tras las banderas de la organización. Y si se
repartieron parte de las utilidades de la empresa que tiene ¿no son
acaso los trabajadores quienes las han generado con su trabajo?
Nuestro apoyo al paro del Registro Civil y las huelgas de TranSantiago y Mars.
El
6 de Octubre hay un encuentro del CIUS para ir avanzando en aquello que
reclaman los trabajadores. La instalación en la conciencia de los
abusados de aquellas cuestiones mínimas para una vida más digna. Las
definiremos y lucharemos por ellas. Tienes un lugar. Te esperamos
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE