PULSO SINDICAL Nº 242 DEL 25 DE JUNIO AL 05 DE JULIO DE 2014

Estuvimos hace algunos meses conversando sobre libros y el trabajo de las radios populares, quedó pendiente una nueva visita, ocasión en que le llevaría el libro sobre los hechos de Santa María de Iquique. El lugar de encuentro fue la radio Primero de Mayo,  en torno a un mate imaginario.
No nos volveremos a encontrar físicamente con el chino Montoya y es una pena, por eso desde aquí lo despedimos y le hacemos llegar a sus familiares, amigos y compañeros todo nuestro afecto y cariño.
Aprovechar la ocasión para saludar la visita de un grande en nuestros estudios radiales, y es que no se tiene todos los días la suerte de compartir con el pelao Cadima. El Toño es número puesto en cuanta selección se quiera hacer con los que la dieron y la dan toda por la causa, por esa cuestión maravillosa que es estar junto al pueblo y sus necesidades, pintando murales, comentando música, leyendo versos.

Toño recordó sus tiempos con el chino, habló de los buenos pitos de la San Joaquin, saludó los murales en La Victoria y destacó la iniciativa de la radio de la CGT.
2 imprescindibles, ambos presente, a los que no podemos ni debemos olvidar.



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El 2 de Julio de 1986, Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas fueron quemados vivos por una patrulla militar comandada por el teniente Pedro Fernández Dittus, y compuesta por 3 civiles, 5 suboficiales y 17 soldados. Rodrigo falleció producto de las quemaduras, Carmen Gloria logró sobrevivir y es hasta hoy testimonio vivo de las atrocidades de la dictadura y sus servidores.
El oficial Dittus recibió de la Corte Suprema en 1993 una condena de 600 días de prisión y hace algunos día en el programa “En la Mira” de Chilevisión, uno de los participes en estos hechos justificó los luctuosos sucesos.

El 27 de Junio de 2014 y luego de casi un mes de agonía, falleció el dirigente sindical Marco Cuadra, quien se había prendido fuego en su lugar de trabajo, ante el arbitrario e ilegal despido de su empleador, la empresa RedBus del Transantiago.
Las autoridades del trabajo no sancionan ejemplarmente el abuso patronal, y por lo informado profusamente en la prensa, tal cuestión no es una preocupación principal en las reformas que se han anunciado. Se limita el gobierno a instalar las manidas “mesas de dialogo”, que solo dilatan el problema sin llegar jamás a solución concreta.
Dura y claramente dicho, poco o nada hará la autoridad y nosotros seguiremos lamentando perdidas. Podrán seguir inmolándose trabajadores y no habrá cambios en la confrontación capital – trabajo, mientras los afectados no asuman como una obligación la unidad por sobre todas las diferencias.

Quienes vieron “En la Mira” de Chilevisión el pasado miércoles, habrán podido constatar que las denuncias sobre las atrocidades cometidas por el ejercito y las otras ramas de la FFAA, no son un invento ni una táctica del marxismo internacional para desprestigiar a dichas instituciones. Las más grandes barbaridades y aberraciones ejecutadas por enajenados que creyeron que torturando, mutilando, ejecutando y desapareciendo personas, podrían silenciar la lucha popular.
Que pena que un futbolista como Gary Medel reciba emocionado un corvo del ejercito, misma arma con la que se eliminó a miles de compatriotas.


Cuando no se consiguen los objetivos hay que hablar de fracaso. Este fracaso puede ser parcial o total. Será parcial cuando los afectados no han visto cumplidas sus expectativas pero se mantienen firmes, analizan los errores y se preparan para acometer de nuevo. Será total si los involucrados deciden no continuar su trabajo, rendir sus banderas y entregar la victoria a su contraparte.
A la luz de lo hasta ahora visto, podemos concluir que vemos un fracaso parcial en las huelgas de Juan Batarse y el Hogar de Cristo.
En ambas, los trabajadores lo dieron todo por sus demandas, se movilizaron, salieron a la calle y expusieron a todos quienes les escucharon, las condiciones en que prestan sus servicios y el maltrato al que los someten sus empleadores.
Mismos empleadores que dieron un portazo a todo intento de las autoridades del trabajo por buscar una solución a ambos conflictos. Una autoridad timorata, conciliadora que busca por todos los medios que los trabajadores abandonen sus justas demandas, con la manida muletilla de que “hay que ceder en algunas cosas” y “estar abiertos al dialogo”, como si no les constara que todas las denuncias hechas contra la prepotencia patronal, no son un invento sino una realidad que solo algunos valientes se atreven a dejar expuestas.
El cerco comunicacional, como en la mayoría de las huelgas obreras, fue brutal, férreo y fue minando la confianza en los trabajadores, quienes aún siguen confiando en que la presencia de algunos medios, algún parlamentario e incluso desprestigiados dirigentes sindicales de cúpula, pueden ablandar en corazón de los patrones.
Mientras no se confíe en la fuerza propia, se generen fondos de resistencia y huelgas de 24 horas, seguiremos siendo pasados a llevar. Dependemos de nuestra fuerza y unidad para triunfar, eso no se nos debe olvidar nunca.

Como lo adelantamos en Pulsos anteriores, se ratificó finalmente el oscuro acuerdo con el monto del ingreso mínimo entre el gobierno y su Central sindical.
Casi simultáneamente el Congreso ha ratificado el acuerdo entre la Central oficialista y los patrones de la CPC, apoyado por el gobierno, referido al Multirut
No vamos a perder el tiempo  en repetir las criticas al deplorable rol jugado por Figueroa, Martínez y otros servidores del gobierno. No hay duda que el negocio es  redondo. Gobierno y patrones imponen sus términos, los obsecuentes colocan a sus piezas en agregadurías laborales, seremias y asesoría ministeriales.

Penoso vergonzoso, si es que resulta ser cierto, es que el ampliado de organizaciones cutistas le diera el visto bueno al monto del ingreso mínimo. Grandes discursos en defensa de los derechos de la clase trabajadora, marchan desafiantes junto a los estudiantes, pero se bajan los pantalones a la primera de cambio. Valientes defensores de sus derechos tienen los trabajadores. Escriben, hacen discursos reclamando por lo sucedido, pero siguen sosteniendo a la CUT y su actuar.
Los demás, quienes no les creemos ni les reconocemos representatividad, debemos tomar la ofensiva y salir de una buena vez a generar un encuentro unitario.No importa si tenemos diferencias en ver la realidad, juntémonos en torno a lo que une, a demandas básicas de reformas. Creemos de una buena vez un referente unitario y vamos por el modelo. Mostremos a los trabajadores que no todos los sindicalistas son traidores, que habemos muchos y buenos que mantenemos las banderas al tope.

Que seguimos creyendo en la lucha  y en la victoria de la clase.

                                                                                   
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE