PULSO SINDICAL Nº 183 DEL 25 DE FEBRERO AL 03 DE MARZO DE 2013

El miércoles 27 de Febrero estuvimos junto a algunos dirigentes de la CGT en la masiva marcha, rápidamente reprimida por Carabineros, en la que se demandó verdad y justicia así como el rápido esclarecimiento del crimen de Juan Pablo Jiménez, quien murió de un disparo en la cabeza mientras se encontraba en su lugar de trabajo. Al momento de su muerte el compañero Jiménez era presidente del sindicato N° 1 de la empresa de ingeniaría eléctrica AZETA y también presidía la Federación de Trabajadores de ésta.
Saludar la mayoritaria presencia de estudiantes y diversas organizaciones políticas y lamentar la dispersa y baja asistencia de las centrales sindicales y de las organizaciones sindicales de base, incluida la nuestra.
Nuevamente el llamado a la unidad en la acción y a dejar de lado los protagonismos ha sido desoído.  Nuevamente las expresiones de descontento que se traducen en corte de calles y enfrentamiento desigual con la policía, han abortado la masividad de una marcha e impedido la culminación de una expresión de masas que bien difundida pudo significar, incluso, un apoyo importante en el lento trabajo de educación y toma de conciencia que se hace con los trabajadores.
Lo sucedido tras la muerte de Juan Pablo Jiménez es una muestra mas que clara de la crisis que cruza al movimiento sindical. Ni antes ni después de ésta, fue posible siquiera la concreción de UNA acción en conjunto - llámese Paro o protesta Nacional – para demostrar el profundo repudio de los trabajadores y de la población toda, a tanta  muestra de abuso y robo descarado, como son el sistema de AFP e ISAPRES, la legislación laboral en su conjunto, el subcontrato y otras carencias sobre las que regularmente nos expresamos.
¿Cuantos muertos más deberemos tener antes de que se logre articular, de verdad, una muestra de unidad efectiva y de combate conjunto al sistema?



Probablemente el asesinato del compañero Jiménez, siga el mismo derrotero del crimen – a manos de Carabineros – del trabajador forestal Rodrigo Cisternas, asesinado  del jueves 3 de mayo de 2007, en la localidad de Laraquete, en la Provincia de AraucoRegión del Biobío, frente a la Planta de Celulosa Horcones de propiedad del empresario chileno Anacleto Angelini.
Pasaran algunos días, semanas o meses en que se realizaran muchas, algunas o pocas acciones de repudio y exigencia de justicia y luego se entrará en un retroceso, para finalmente tener que hacer frente a otros hechos gravísimos, que en esta lucha contra la explotación y el abuso del capital, son inevitables.
Es urgente entonces sacar algunas lecciones de lo sucedido. La primera, la mas urgente, pasar definitivamente del discurso a la acción. No bastan - aunque son importantes y necesarios pero insuficientes – los discursos, las esquelas de condolencias, las encendidas consignas y los puños en alto.
Hay que decidirse de una buena vez a tomar las banderas que estos héroes obreros llevaban el alto y que fue en definitiva la causa de su muerte. Dicho en otras palabras, salir a hacer mas sindicalismo, visitar mas empresas, hacer mas exposiciones y entrega de volantes educativos, conversar hasta el agotamiento con los que se resisten a luchar por que no ven salida al túnel en que están inmersos.
Es lo que hacían Juan Pablo y Rodrigo, es lo que no hacen todos los que reclaman justicia.
La necesaria unidad, la articulación de las diferentes acciones de rebeldía, la minimización de los egos, la relegación del mesianismo, es la tarea de la hora presente, el compromiso que debe asumir cada luchador.
Una segunda tarea es trasformar la solidaridad en hechos concretos, alejarla cada vez mas de la exposición pública para hacerla carne en millones de trabajadores que, junto con estar estupefactos ante este crimen, no logran visualizar como pueden apoyar a quienes lo han sufrido en carne propia.
Hay que unir voluntades y nada mas simple que invitar a los viejos, socias y socios y a quienes comparten labores en la maquina, la oficina y todo lugar, a reunir por la vía de coletas internas, recursos económicos que vayan en ayuda de la familia de Juan Pablo Jiménez.
A el le sobreviven su esposa, compañera Ximena Acevedo y 2 hijos pequeños. Será entonces la solidaridad trabajadora, esa que no conoce de límites cuando es encauzada, la que diga presente. Pronto se informará de una cuenta RUT a la que se podrán hacer aportes directos.
Una palabra de apoyo, la ratificación de compromisos pueden hacerla al correo
serajusticia2006@yahoo.es y estamos seguros que cada palabra de aliento será una muestra para la familia, de que el esfuerzo la entrega de Juan Pablo Jiménez cayó en tierra fértil, como dice la parábola que aprendimos en nuestra infancia.

La educación obrera debe ser permanente, particularmente en fechas como estas, cuando las vacaciones que son un derecho irrenunciable, son minimizadas e incluso desconocidas por la patronal.
El Articulo 67 del Código del Trabajo establece que los trabajadores con más de 1 año de servicio tienen derecho a un feriado anual de 15 días hábiles. Este feriado es un beneficio que le corresponde al trabajador y es él quién fija la fecha en que lo va a hacer efectivo, una vez que se haya cumplido  el año de servicios.
De acuerdo a lo previsto en el Reglamento N° 969, de 1933, actualmente vigente, el trabajador debe solicitar por escrito su feriado, con un mes de anticipación, a lo menos, para que el empleador determine la fecha en que lo concederá, y de lo cual éste dejará testimonio en el duplicado de dicha solicitud, que quedará en poder del trabajador.
El empleador para no otorgarlo en la fecha solicitada debe acreditar que no es posible  por existir necesidades del servicio que lo obliga a contar con el trabajador en esa época.
El empleador no tiene las facultades para forzar a los trabajadores a  hacer uso del feriado anual en un período determinado. El feriado se concederá de preferencia en primavera o verano, considerándose las necesidades del servicio.
Sólo en el caso de feriado colectivo, la ley otorga al empleador la facultad de disponer el cierre de la empresa en una fecha determinada en la cual todos los trabajadores deberán hacer uso de sus feriados respectivos.
Los trabajadores que presten servicios  en la Duodécima Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, en la Undécima Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, y en la Provincia de Palena, tendrán derecho a un feriado anual de veinte días hábiles.
El fraccionamiento del feriado anual sólo es posible si el empleador concede 10 días corridos y deja el resto (5 días) para el resto del año.
Si por cualquier circunstancia se hubiere acumulado más de dos períodos, la doctrina reiterada de la Dirección del Trabajo  ha señalado que el trabajador tiene derecho a impetrar la totalidad de los días que comprende la acumulación, y sostener que se pierda alguno de los períodos involucraría imponer una renuncia de derechos al dependiente, lo que se encuentra prohibido por el artículo 5° del Código del Trabajo.

MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE