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"..Que feliz hoy me siento contento, ya tengo trabajo llegó mi momento, mis vecinos envidian mi suerte, el único del barrio con cuenta corriente.."
The Locos
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Ya se comienza a hablar nuevamente del proyecto de ley de las 40 horas semanales y se omite que se avanzó bastante en esa línea, cuando en el 2017 se aprobó la última reforma laboral y se dio el visto bueno a los "Pactos sobre condiciones especiales de trabajo".
Por que esos pactos posibilitan que en las empresas con afiliación sindical igual o superior al 30%, la jornada laboral se pueda distribuir en 4 días y por 10 horas diarias, o sea ya existe la jornada de trabajo de 40 horas a la semana y solo deberán ponerse de acuerdo si se distribuyen en 4 o mas días para todos quienes prestan servicios a un empleador.
Quienes dicen llevar grabada en el corazón la lucha de la clase trabajadora, no pueden seguir ignorando la demanda de Chicago en 1886. Tienen que apuntar a legislar una jornada continua de 8 horas diarias y por 5 días a la semana para cuadrar con la propuesta de las 40 horas para todos los trabajadores.
Esto de "jornada de trabajo continua" no es un capricho del sindicalismo de clase. En nuestro país y desde 1925 la legislación nacional ha considerado la distribución de la jornada de trabajo en 5 o 6 días, además de habilitar con leyes sucesivas y retrogradas al empleador, para que dicha jornada se pueda cumplir por un sistema de turnos cortados, flexibilizando en exceso la jornada y permitiendo que se tenga a disposición al trabajador en las jornadas de alto movimiento.
2.- Conjuntamente con lo anterior hay que revisar profundamente la permisividad de las horas extraordinarias, pues en nuestra opinión no debieran existir y si no se pueden derogar definitivamente, deben tener un recargo no inferior al 100% del valor de una hora ordinaria de trabajo.
¿Por qué deben existir las horas extras si lo que se busca es avanzar a un mayor empleo de la fuerza de trabajo? Las horas extras son la herramienta para presionar al trabajador a dar mas de si, con la promesa de que esa entrega permite mayores ingresos en circunstancias de que lo que se requiere es un sueldo digno y suficiente, para satisfacer las necesidades básicas del asalariado.
3.- Nada se habla de estos y otros temas en ninguna de los espacios de que disponen los diversos representantes políticos.
Sólo generalidades que rara vez van a lo de fondo, que es la dignificación de la clase trabajadora. Y cuando llegan a considerar alguna opinión solo lo hacen con los afines ideológicamente a ellos. Los demás, entre esos los independientes a los que tantas velas hoy encienden, no existen.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
MANUEL AHUMADA LILLO
Secretario CGT CHILE