PULSO SINDICAL DIARIO - 27 JUNIO 2020


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"...En su telar de esperanzas, como las estrellas, florece la nueva vida, que alegres son las obreras bailemos con ellas..."
         Canción popular boliviana
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1.-  100 trabajadores, entre La Serena y Puerto Montt, fueron despedidos en los últimos días por Ferretería Imperial - parte del holding Falabella - algunos de ellos en riesgo de contagio por su edad y que se encontraban en su domicilio, por acuerdo con la empresa. 
Está decisión arbitraria e inhumana, habida cuenta de los momentos que se viven en el país, tarde o temprano se transformará en una práctica común de los empresarios. 
 
Que se entienda de una  vez y para siempre. No somos colaboradores y tampoco formamos parte de una familia en la empresa en qué trabajamos. Somos fuerza de trabajo mal pagada y los únicos derechos que podemos reclamar son aquellos establecidos en los contratos de trabajo y los anexos correspondientes que pudieron haberse suscrito entre las partes.

Muchas consultas hemos recibido en nuestro wasap +56 9 84495318, relativas a cuestiones mínimas que los trabajadores desconocen.
a) Ningún trabajador puede dejar de ir a su empleo, si no recibe una comunicación de la empresa que le se lo indique y que a la vez le haga saber que va a pasar con sus remuneraciones. Dejar de ir a trabajar con la sola comunicación verbal de la empresa puede dar lugar a despido por abandono de trabajo y la perdida de las indemnizaciones.

b) No se debe firmar ningún documento que cambie las condiciones del contrato, sin antes consultarlo con los dirigentes sindicales o alguna organización clasista.
Mucho cuidado cuando se invita a firmar documentos en los que  ofrece mantener "los sueldos mensuales", pues lo correcto es que diga que se van a mantener "las remuneraciones mensuales". 
Establecer solo la mantención del sueldo mensual deja fuera bonos, beneficios comisiones y otros de pago mensual, lo que lesiona gravemente los ingresos mensuales del trabajador. 

2.- Las ollas comunes son un instrumento de apoyo y fraternidad popular, de centenaria tradición. 
Son la respuesta de los desposeídos ante las carencias y el desprecio de los poderosos. 
La olla común fue la respuesta de los trabajadores y el pueblo en Santa María de Iquique, ha sido el instrumento con el que se alimentaron, y alimentan, miles de familias en las tomas de terrenos que brotaron por todo el país, además de ser la herramienta con la que nuestro pueblo se defiende ante catástrofes,  pandemias y otros males.
Debemos seguir esforzandonos por apoyar todas y cada una de las ollas populares impidiendo toda acción de gobierno que apunté a desnaturalizarlas.
No se metan con las ollas ni con el pueblo organizado.


MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras
Secretario C.G.T. CHILE