"Tan solo quiero que tu alma no vuelva a ver la luz del sol y que lleves sangre y miedo y que pagues corazón.."
canta Carlos Mejía Godoy
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1.- Desde el siglo XII, e incluso antes, hay testimonios de luchas de trabajadores por mejorar las condiciones de vida. Luchas que regularmente implicaban sanciones, castigos y muy lentos avances, como lo muestran lo vivido en Francia, Inglaterra y otros países, donde distintas agrupaciones de trabajadores demandaban mejoras. La principal de ellas? una jornada de trabajo digna.
"Durante la revolucion industrial (cuyos inicios se datan en 1760 en Gran Bretaña) la producción en grandes fábricas transformó la vida laboral tradicional, tanto de la mano de obra de origen rural como gremial, imponiendo largas jornadas y condiciones de trabajo próximas a la esclavitud. Las condiciones de trabajo sin regulación ni control deterioraban la salud, el bienestar y la moral de los trabajadores. Se abusaba sin control de las mujeres y los niños. No se aplicaba la regulación, establecida desde 1496 en Gran Bretaña, según la cual la jornada de trabajo duraba como máximo 15 horas: desde las 5 de la mañana hasta las 8 de la noche.
2.- Desde 1810 Robert Owen difundió la idea de que "la calidad del trabajo de un obrero tiene una relación directamente proporcional con la calidad de vida del mismo, por lo que para cualificar la producción de cada obrero, es indispensable brindar mejoras en las áreas de salarios, vivienda, higiene y educación; prohibir el trabajo infantil y determinar una cantidad máxima de horas de trabajo, de diez horas y media, para comenzar".
Para 1817 formuló el objetivo de la jornada de ocho horas y acuñó el lema de «ocho horas de trabajo, ocho horas de recreo, ocho horas de descanso"
Muchos son los trabajadores que desconocen todo esto y de los que manejan información, la mayoría relaciona la demanda de las 8 horas con la lucha que culmina en Chicago en 1886. Hay algo que que siempre debemos tener presente. Los ricos y poderosos no cedieron graciosamente a las demandas de los oprimidos.
Solo la presión constante de los asalariados logró visualizar sus aspiraciones ante los ojos del capital y la concreción de algunas fue producto de las luchas.
Es nuestra historia, debemos conocerla y aplicar.
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Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria