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"..Cuando me acuerdo de mi país me sangra un volcán, cuando me acuerdo de mi país me escarcho y estoy.."
canta Patricio Manns
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1.- El descuido, la ignorancia y la falta de respeto a las normas del tránsito, están costando miles de vidas. El auto ya dejó de ser un instrumento al que podían aspirar ciertos sectores sociales, para transformarse en un elemento de uso común, tal y como son hoy por hoy las antenas de conexión de las empresas de cable.
Y sin embargo, si algo une a unos y a otros más allá del espacio que ocupan en el tejido social, es la falta de respeto a las normas más elementales del respeto por la vida humana que deja a los peatones - hombres, mujeres y niños - expuestos al salvajismo de quienes van al volante.
Datos entregados en días pasados por la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) dicen que la cantidad de muertos por accidentes aumentó en un 13% entre 2020 y 2021. En efecto, mientras el 2020 la cifra de fallecidos fue de 1.485, en el cierre del 2021 dicha cifra llegó al 30 de diciembre a 1.681 (alguna vez alguien explicará cuál es la razón para hacer este cierre dejando el 31 de diciembre fuera de la estadística).
No solo hay un aumento de muertos entre 1 año y otro. También se debe tener en cuenta que en ambos años hubo una baja en el movimiento vehicular, debido a la pandemia y las extensas cuarentenas. Sin embargo, la cifra de muertos de 2021 es la más alta en 13 años, quedando solo por debajo de los 1.782 fallecidos en 2008. ¿Que está sucediendo?
2.- La razón fundamental aducida por Conaset es el exceso de velocidad, pero se ha omitido o será materia de otra estadística, la cantidad de accidentes con resultados fatales producto del consumo de alcohol y drogas. Y es ahí donde debemos fijar la atención, porque a pesar de las graves consecuencias que generan todas aquellas conductas impropias y absolutamente prohibidas entre quienes conducen, cada día va en aumento la cantidad de irresponsables que se lanzan a las calles. Estamos obligados entonces no solo a dar cuenta de estos hechos sino también a cuestionar la sociedad que los permite y en muchos casos los silencia, cuando los responsable están vinculados o relacionados con familias de pedigree pues en dichos casos se toman los hechos con increíble liviandad y muchas veces se ocultan, contando para ello con el silencio o la distorsión de la prensa, además de la vista gorda de la policia y la justicia.
Miles de kilómetros de carreteras concesionadas por las que se paga un dineral al transitarlas, y no hay radares para individualizar y sancionar a los locos al volante que pululan en ellas.
Millares de casos donde el alcohol es responsable pero la televisión sigue emitiendo imágenes día a día, donde beber y consumir determinados productos da estatus, permite acceder a hermosas chicas y lugares paradisíacos, en suma si bebemos nos cambiará la vida.
La mayoría de los barrios cuentan con uno o más distribuidores de drogas, que están plenamente individualizados y que casi no son tocados. Lugares donde llegan en interminable desfile a comprar su dosis. conductores de autos, motos y hasta bicicletas.
Ya no somos un país de paso para la droga, somos una sucursal más de los carteles que desde aquí distribuyen y destruyen a nuestro pueblo. ¿Buscan razones para el aumento de la delincuencia y la violencia extrema?.
Miren ahí. En el aumento del consumo de drogas y alcohol.se encuentra una de las razones.
3.- La nueva sociedad a la que aspiramos debe ser rigurosa en eliminar estas lacras, que son producto del capitalismo.
Hay que castigar con energía a todos aquellos que desprecian la vida humana y llenan de dolor a las familias con su actuar irresponsable, de la misma manera que hay que sancionar la corrupción que permite que esto esté desatado.
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Departamento de Comunicaciones y Difusión C.G.T. CHILE