Pulso Sindical Diario de la CGT Chile - 07 noviembre 2022

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"·..Besame, besame mucho, como si fuera esta noche la última vez.." 
         canta Cesaria Evora  
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1.- ¿Y que se sabe de Chile y la jornada de 8 horas?.

Partamos por decir que en nuestro país  NUNCA  se ha aplicado a la letra la norma de la OIT en el Convenio N° 1, pese a que como país fundador tiene ratificado el mismo. Hasta fines del siglo XIX la jornada de trabajo promedio era de 12 horas, aunque en algunos casos podía extenderse hasta 14 horas por día. En el caso de los obreros del salitre se trabajaban jornadas laborales de más de 12 horas, vivían en habitaciones estrechas y sin servicios higiénicos y los salarios eran pagados con fichas. 

En Valparaíso hacía 1907, una alta proporción  de los trabajadores industriales  y de los servicios, panaderos, marítimos, cerveceros, tranviarios y los del gas tenían jornadas sobre el promedio y no era extraño que ellas se extendieran hasta las 14 horas. Las jornadas de los trabajadores, las mujeres y los niños en el carbón eran particularmente duras. Desde fines del siglo XIX Lota vivió huelgas obreras. 

2.- Recién en 1924, en Chile, se dicta la ley 4053, que en uno de sus artículos establece: Articulo 11: la duración del trabajo ordinario efectivo de cada obrero, de uno u otro sexo, no podrá exceder de ocho horas por día o de cuarenta y ocho horas por semana. Podría concluirse que con esto el Estado chileno da cumplimiento al Convenio N° 1 de la OIT.  

No obstante, debemos hacer notar que mientras el Convenio OIT dice “8 horas diarias y cuarenta y ocho horas por semana” la ley chilena habla de “8 horas diarias o cuarenta y ocho horas por semana.   Mientras la OIT es perentoria  y clara, Chile deja abierta la posibilidad para que la jornada sea mayor a 8 horas diarias y es el criterio que vienen aplicando los patrones y los gobiernos hasta nuestros días.                                                                                                            
Queda claro, con estos pòcos antecedentes que a casi 100 años de dictada la primera ley, aún no logramos que todos los trabajadores tengan una jornada de trabajo digna y, habida cuenta de que se busca seguir instalando la flexibilidad como un elemento primario en la relación entre patrón y trabajador, es probable que pasemos el centenario y no logremos un una jornada de 8 horas diarias continuas. Cierto es que se trabajan 45 y se puede llegar a 40 horas semanales en algunos años. ¿Pero será la jornada de un máximo de 8 horas por día, continua y estable, acompañada de sueldos mínimos dignos que no hagan necesario tener 2 o más empleos por día?.  
                                                                                                                                  
Todo dependerá de nuestro nivel de organización. No lo olvidemos, los resultados dependen siempre de nuestra acción.

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Nuestra fuerza la Unidad                                                                                                                                    Nuestra meta la Victoria