PULSO SINDICAL Nº 156 DEL 21 AL 27 DE JULIO DE 2012

En el trabajo de formación y capacitación a trabajadores y dirigentes sindicales, es común entregar particular atención a 2 temas. El Sindicato y la NegociaciónColectiva.
La mayoría de las veces los elementos de esa capacitación se preparan de acuerdo a lo que indica el Código del Trabajo.
Se hace un resumen con lo más importante y se orienta como trabajar en ese marco.
De esta manera los compañeros y compañeras se interiorizan sobre plazos, documentos y trámites varios. Se instruyen sobre lo que se debe hacer cada vez que se inicia un proceso de sindicación o negociación colectiva o cuando hay que renovarlo.


Siendo importante y valiosa esta forma de trabajo, hemos llegado a la conclusión que es insuficiente. Es mas, de insistir en ella se corre el riesgo de limitar peligrosamente el campo de acción del dirigente.
Es claro que los esfuerzos deben seguir siendo puestos en fortalecer este espacio -que es vital pues se trata del inicio de la toma de conciencia de los trabajadores- pero no será suficiente, si junto con esto no hacemos algo mas.

Las primeras inquietudes  de los trabajadores estarán vinculadas principalmente al diario vivir en su lugar de trabajo (contrato, normas de seguridad, uniformes, alimentación y otras). El mejor instrumento de educación en esta etapa es el Sindicato, que tiene la obligación de guiar y apoyar, asumiendo que este “abrir de ojos”, llevará a otras preguntas e inquietudes.

¿Que instrumentos de organización hubo antes de que nacieran los sindicatos, o no existieron?

¿Cómo se defendían los trabajadores del abuso patronal?

¿Cuales son los principios que guían el trabajo del Sindicato y por que es importante conocerlos?

¿Por que se habla de clase trabajadora y de explotadores?

¿Existen elementos sobre el trabajo del Sindicato y la negociación colectiva que debamos conocer, aparte de aquellos indicados en la legislación?

¿Qué elementos no se deben pasar por alto para que una negociación colectiva pueda llegar a ser exitosa?

Esto y mas quieren saber los trabajadores cuando constatan que la unidad es la que permite avances. 
La tarea primaria entonces es la educación en todo lo que ella implica, luego se viene la construcción del instrumento.
El paso final es la lucha por los derechos. Primero en la empresa, luego en la sociedad.

El objetivo de este trabajo - que ponemos en manos de dirigentes y trabajadores con y sin organización sindical - es despertar el interés por educarse en todo aquello que tenga que ver con su realidad.
Apuntamos a superar el límite estrecho que está instalado y que dice que el trabajo del Sindicato es una cuestión interna, que solo debe interesar a sus socios y al dueño de la empresa, al igual que el negociar temas determinados.

Creemos que el trabajo sindical tiene un espacio mucho mas amplio, que se inicia en la empresa, pero que no tiene su techo en ella.

Los trabajadores son parte de un único y gran colectivo, él de los abusados en sus derechos, el de los impedidos de disfrutar de las ganancias que generan con su trabajo. Por lo tanto tienen el deber, la obligación, de estar unidos y compartir su historia.
Saber de los avances y retrocesos del movimiento sindical, sacando lecciones de ello, para ir construyendo aquel instrumento que les representará en forma genuina.

Conociendo su historia aprenderán a descubrirse como miembros de una clase social, entenderán la importancia de integrarse a una organización y como, desde esta, se puede incidir en la construcción de una sociedad mas justa, sin tantas trabas ni discriminaciones.

Educándose podrán darse cuenta que no serán los patrones, el gobierno, ni el parlamento quienes se preocuparan de responder y satisfacer sus demandas principales.
Comprenderán que solo serán tomados en serio cuando cuenten con organizaciones representativas y unidas en torno a sus aspiraciones laborales y sociales.
Organizaciones que sean dirigidas efectivamente por ellos.

Este trabajo es un modesto primer paso en ese objetivo.

Los trabajadores deben vencer esa tendencia generalizada a la derrota, con la que cargan por ya demasiado tiempo.
Asumir que “no se puede seguir dejando en manos de otros, lo que podemos hacer nosotros”.

Todos tuvieron algún grado de participación durante sus años de estudiantes, o bien formaron parte de agrupaciones culturales o deportivas, y/o fueron activos miembros de la organización social de su población o barrio. Por lo tanto cuentan con la formación básica que se requiere para ponerse a la cabeza del instrumento de organización que un grupo determinado quiera construir.

Para dirigir un sindicato se requiere por sobre todo de disposición a hacerlo. Hay muchos lugares donde interiorizarse del trabajo que les corresponde hacer a los dirigentes y recibir las orientaciones necesarias para no ser sorprendidos por la patronal.

Podrán tropezar más de una vez en esta búsqueda, pero hay que perseverar porque llegarán a un resultado positivo. Hay instrumentos preparados para ayudar a la formación de la clase trabajadora.

Se debe terminar con la autoexclusión que se instala cada vez que se discute quienes estarán a la cabeza de la organización. Todos los miembros de esta institución llamada Sindicato deben estar dispuestos a dirigirla.
Extracto del librillo “La formación de dirigentes y trabajadores”   
CONTINUA EN EL PROXIMO PULSO

MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T CHILE