PULSO SINDICAL Nº 150 - DEL 03 AL 09 DE JUNIO DE 2012

Un pequeño grupo de ciudadanos vinculados a la CUT, presentó en La Moneda una carta dirigida al presidente Piñera demandando un ingreso mínimo de $250.000.
En declaraciones públicas el presidente de Renovación Nacional ha planteado que dicho ingreso debiera fijarse en $ 200.000.
Una y otra propuesta mas parecen resultado de la necesidad de los actores de mostrar preocupación por los trabajadores, ya que en ningún caso son el resultado de un estudio serio y claro sobre el tema en cuestión.
Autoridades de gobierno y empresarios han manifestado su preocupación por estas cifras, particularmente la anunciada por CUT, indicando que un ingreso mínimo que llegase a ese monto sería causante de perdida de empleos.
El doctor Edgardo Condeza sostiene en un trabajo realizado sobre el tema, (ver www.cgtmosicam.cl) que el monto del ingreso mínimo debiera ser  de al menos $291.544, lo que permitiría a una familia de 4 integrantes quedar sobre la línea de la pobreza. El doctor Condeza explica que este monto solo permitiría la adquisición de canastas básicas de alimentos.
O sea, quienes tuvieran acceso a estos $291.544 solo podrían alimentarse con un mínimo de dignidad, olvidándose del vestuario, pagos varios como luz, agua potable, y un largo etcétera de productos de primera necesidad en un hogar.
¿Como logran sobrevivir mas de 700 mil compatriotas que perciben el ingreso mínimo de $ 182.000?. Ninguno de los proponentes da respuestas a esta inquietud.
 

Esto no es todo el problema. Se habla mucho de la generación constante de empleos, los que se pondrían en riesgo con un ingreso mínimo como los aquí planteados. Poco o nada se dice respecto de la calidad de dichos empleos.
Miles de personas reciben un porcentaje del ingreso mínimo por algunas horas de trabajo semanal. La mayoría están privados de contratos o con contratos a plazo fijo que se extienden mas allá de lo legal (se cumple plazo, se despide y algunos días después se vuelve a contratar a plazo fijo) sin derecho a locomoción ni alimentación, la mayoría carece de uniformes, trabaja mas de 8 horas diarias y les pagan sus miserables sueldos cada 40 o mas días.
Por eso, la solución al problema del ingreso mínimo no pasa por las diversas cifras que año a año se proponen. Nos han acostumbrado a ser espectadores de un show donde cada uno de los actores tiene asignado un rol. El gobierno propone. Representantes sindicales rechazan. Parlamentarios y otros oportunistas apoyan a los trabajadores. Gobierno y parlamentarios llegan a un acuerdo. Cientos de miles de trabajadores y sus familias siguen sobreviviendo. Fin del show. Hasta el próximo año.

La única solución efectiva es la organización de los trabajadores y la presentación de proyectos de contrato colectivo. Hay que redoblar los esfuerzos para educar a la clase sobre la necesidad de confrontar al capital, organizada y movilizada.
Redoblar las salidas callejeras, las visitas a los centros de trabajo. Se trata de convencer a los explotados que sin ellos nada funciona y que por lo mismo tiene el derecho de demandar salarios justos, condiciones de vida y de trabajo dignas.:

Internet trae informaciones de lo que está sucediendo en la 101° Asamblea de la OIT que se está realizando en Ginebra Suiza. Representante patronales están trabando la discusión de  algunos temas y buscan mediatizar el derecho a huelga. 
¿Cuantos trabajadores saben que es la OIT?
 
La OIT nace como instrumento tripartito, al termino de la Primera Guerra Mundial, guerra que pese a ser apoyada por muchas organizaciones sindicales de la época que tomaron compromisos con sus gobiernos, provocó un gran descontento popular en algunos países y fue uno de los detonantes de la revolución de 1917 en Rusia.
Concluida la guerra, los antes adversarios hicieron causa común y buscaron generar un instrumento que pudiera encauzar el descontento y demandas de los trabajadores, ya que si continuaban siendo tan infames las condiciones de vida y trabajo podrían venir otras revoluciones, emulando a los bolcheviques rusos.
A este proyecto de “búsqueda de justicia social” fueron adhiriendo los países, llegando en la actualidad a ser parte de OIT la mayoría de los países del mundo.
La OIT dicta convenios y recomendaciones. Los convenios son, por decirlo de alguna forma, obligatorios cuando son ratificados por los gobiernos. Las recomendaciones son orientaciones que en la practica no obligan a nadie a cumplirlas.
En Junio de cada año se reúnen representantes gubernamentales, patronales y sindicales para discutir una tabla preestablecida. Los gobiernos pagan pasajes y viáticos.
Se supone que los sindicalistas de los distintos países planifican su participación, dan a conocer sus propuestas y rinden posterior cuenta de su gestión.
En lo que respecta a nuestro país la representación se cuotea políticamente, varios de los asistentes no van mucho a la asamblea y aprovechan de hacer turismo, generalmente no dan cuenta de su gestión en la OIT, al menos públicamente.

Preocupa a los representantes de los trabajadores el ataque contra el derecho a huelga en esta conferencia de la OIT. ¿Que dicen sobre esto “nuestros representantes”?.
Primero debemos hacernos la pregunta, ¿Existe en Chile el derecho a huelga?.
Al menos el código del trabajo así lo indica, pero todos sabemos que es un derecho hasta por ahí no mas. No solo la patronal tiene garantías para contratar reemplazantes en una huelga, sino que cuenta con garantías para dificultar la organización sindical y cualquier sindicalista sabe que, si hay deficiente organización sindical la negociación colectiva será deficiente.
Los patrones pueden contratar reemplazantes “desde el primer día de huelga” si la respuesta patronal garantiza los beneficios existentes y una reajustabilidad anual de IPC, mas un bono. Si no lo hacen pueden contratar reemplazantes “a contar del décimo quinto día”, para lo cual solo deben ofrecer el famoso bono de las 4 UF.
Está prohibido el reemplazo de huelguistas., pero los patrones igual lo hacen. Se denuncia esto a los organismos del trabajo, se fiscaliza  después de varios días y no se exige la salida de los “amarillos” sino que se convoca a una mediación.
Mientras tanto la huelga pierde fuerza y los trabajadores vuelven generalmente a sus trabajos con pocos o nulos avances.

Esto es denunciado en la OIT?, se ha investigado y sancionado al Estado de Chile por una norma como esta?, está dispuesto el gobierno de turno a garantizar el derecho a negociación colectiva y huelga, el derecho a sindicalizarse?.
Ni antes ni ahora se han consagrado tales derechos, y seguirá siendo así mientras estemos como estamos, dispersos, desunidos, sobrepolitizados. 

La tarea entonces es revertir el cuadro, educando organizando, luchando.
 
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T CHILE